¿Cuál es el significado y el origen de los mandalas aztecas?
El típico mandala, que tradicionalmente conocemos, se compone de una figura circular con un punto en el centro y del que parten diferentes elementos decorativos de forma simétrica. En este artículo, sin embargo, nos centraremos especialmente en los mandalas aztecas.
Los indígenas de América, entre los que precisamente se hallan los aztecas, ya utilizaban los mandalas en sus representaciones. Su principal objetivo era conseguir la armonía personal y llegar a la meditación a partir de la contemplación del mandala. De ahí que, a día de hoy, colorearlos nos lleve a estimular la creatividad y despertar los sentidos.
Los mandalas aztecas forman parte de uno de los tipos de mandala más conocidos. Junto a ellos pueden distinguirse otros, según sea su origen, entre los que cabría citar a los tibetanos, los aborígenes, los cristianos y los celtas.
El calendario azteca: un mandala perfecto
En lo que respecta a los mandalas aztecas, estos representan fundamentalmente el cosmos y el universo. Sus representaciones simbolizan el estudio sagrado que esta cultura ancestral imprimió desde siempre a todo lo relacionado con el universo. Sin ir más lejos, el círculo sagrado de los mandalas es una de las figuras que ocupa un lugar primordial en las manifestaciones artísticas aztecas.
Muchos son los que aseguran que el llamado calendario azteca es en realidad un mandala perfectamente elaborado. En él, precisamente se representan de forma simbólica el cosmos y el universo. La forma circular, su contenido y su verdadero nombre, ‘Sol en movimiento’, le otorgan su condición de mandala.
Este calendario azteca o mandala está ideado para centrar la atención y la conciencia de la persona que lo observe. Se puede decir que se trata de un espejo que muestra lo de fuera (el universo) y lo de dentro (la persona). Una manera sutil, pero a la vez muy clara, con la que los aztecas mostraban el ritmo vital de la existencia.
Figuras y significado que se repiten en los mandalas aztecas
Ni que decir tiene, por tanto, que las creencias aztecas sobre el origen y evolución del universo tienen mucho que ver con los tradicionales símbolos que observamos en los mandalas actuales. Es precisamente ahí, en las creencias de los propios aztecas, desde donde parte el origen de los mandalas de esta civilización ancestral.
En los mandalas aztecas, se repiten una serie de figuras que tienen un significado especial:
- Círculo: símbolo del cosmos, el universo y la bóveda celeste, que alude al concepto de eternidad.
- Cuadrado: se asocia con lo terrenal y con la creación del hombre en la tierra.
- Laberinto: representa el camino de la vida, un sendero cíclico lleno de dificultades que conducen al hombre a la plenitud.
- Triángulo: simboliza la sexualidad y la potencia creadora universal.
En los mandalas aztecas, podemos encontrar además una serie de colores que simbolizan los sentimientos y se enmarcan más concretamente en la esfera de lo emocional.
En definitiva, el significado de los mandalas aztecas basa sus raíces en la importancia que este pueblo le otorgaba al conocimiento del cosmos y del universo. La relación entre el hombre y sus creencias se pone de manifiesto en las figuras geométricas de estos fascinantes y atrayentes dibujos.