INSPIRACIÓN ‘DECO’

Territorio neutral: Cómo decorar en tonos neutros sin caer en el aburrimiento

Ideas para dar vida, calidez y alegría a las estancias dominadas por el blanco, el gris o los recurrentes crema, y potenciar, al mismo tiempo, el mobiliario y la decoración.

Por hola.com

Si durante todo el año, blancos, grises, azules y ocres son parte de nuestras estancias, ahora, cuando el buen tiempo se apodera de cada rincón, su reinado alcanza su cenit. Frescos, luminosos y con estilo, se integran bien tanto en interiores minimalistas, como rústicos, clásicos, ‘retro’ o bajo el poder del oro.

Con luz propia 
Elegir tonalidades más ‘cremosas’ y cálidas, acompañarlo de materiales naturales, elementos orgánicos y texturas llenas de matices son algunas de las claves para convertir espacios fríos y ‘aburridos’ en lugares acogedores, con vida propia y un toque de estilo sin pretensiones. Descubre cómo sacar su potencial y convertir sus ‘defectos’ en virtudes.

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“Y si te vuelvo a ver pintar…” 
Cuando hablamos de tonos neutros nos referimos a todos aquellos cercanos al blanco o al negro, así como al beige, el azul o el gris, incluso verdes y rosas palo. Equilibrados, relajantes, aportan sensación de orden y multiplican la luz. Clásicos y modernos, no temen ninguna tendencia y sacan más partido a muebles y accesorios. Las paredes neutras –con las blancas y las grises ocupando las primeras posiciones– son fáciles de coordinar, aunque como resultan algo frías, necesitas que ganen calidez con las texturas y los complementos. Para evitar que sean decoraciones planas, puedes jugar con dos tonalidades neutras y mezclarlas bien pintando el techo de un color más claro o potenciando el papel de molduras y cornisas.

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Tonalidades facilonas 
Son los perfectos comodines de la casa, dispuestos siempre a dar luz y estilo al resto de elementos. Pero su facilidad de uso no les impide brillar por sí mismos, mostrando su poder y belleza. Sencillos y elegantes, la clave para que no sean sosos ni aburridos está en sacar su mejor versión y combinarlos adecuadamente, para que no pierdan fuerza visual y hagan de su neutralidad su mejor baza decorativa. A la hora de crear tus propias composiciones, ten presente siempre el equilibrio y la armonía.

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Aliados de la decoración 
Puedes jugar con las texturas, mezclar tonalidades distintas o el mismo tono con intensidades diferentes y apostar por las fibras naturales, para otorgar un plus de calidez y un toque ‘chic’. La madera y el algodón o el lino encuentran en los tonos neutros un ‘partenaire’ perfecto. Mientras que las flores y las plantas les permiten lucir su lado más natural.

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Para que brillen con más fuerza, no hay fórmula más efectiva que añadir un toque de color a tus interiores neutros. Puedes optar por una pieza sumamente especial y colorista –una opción para las más atrevidas– o ser la reina de los textiles –una alternativa poco arriesgada, pero cien por cien segura– y emplear una manta, unos cojines o el tapizado de un sillón.