Pinterest o Instagram nos han hecho sacar al decorador que llevamos dentro y de la noche a la mañana hemos ‘jugado’ a mover muebles, renovar todas las telas, dar ‘salida’ a todo aquello que no nos convencía… Lo malo es que hemos olvidado que la inspiración no garantiza el éxito y que, además de las condiciones de nuestras estancias, hay ciertas reglas básicas que no debemos traspasar. Porque no siempre al mezclar conseguimos una ‘deco’ ecléctica, elegante y personal; ni ‘pegar’ los muebles a la pared siempre funciona.
Para ponértelo más fácil, hemos hablado Carla Navas y Víctor Molina, del estudio de arquitectura WIT, para que, además, de marcarnos la lista de errores más comunes, nos ayuden a subsanarlos.
Buenas… y malas distribuciones
1. Distribuir mal y convertir la casa en una carrera de obstáculos. Para evitarlo, utiliza espejos y colores claros, que ayuden a ampliar el espacio en la medida de lo posible.
2. Contra la pared. Pegar todos los muebles a la pared y las ventanas crea sensación de espacio, pero también deja una zona central desangelada y triste. La solución pasa por incorporar una alfombra o una mesa central con mucha personalidad, que genere un espacio más expositivo.
3. Extremos: exceso o defecto. Dependerá mucho de quién va a vivir en el espacio, pero la iluminación ayuda a poner el foco donde queremos, creando de lo que tenemos aquello que deseamos lograr.
Cosas de estilo
4. El difícil arte de mezclar. Una cosa es ser ecléctico y otro colocar todo lo que tienes en casa. Para acertar, intenta resaltar lo esencial y colocar mobiliario noble, que aporte calidez y personalidad suficiente. Lograr un toque de estilo en siempre una tarea complicada. Debes inspirarte en una idea, copiando solo aquellos aspectos que te encajan.
5. Todo conjuntado. Si no quieres que parezca el escaparate de una tienda, elige tapicerías que rompan con lo demás. No hay que tener miedo en arriesgar en cojines, mantas o cortinas.
6. Aquí viven niños. No lo olvides. Debes prepararte para ir detrás de ellos y proteger las piezas exclusivas con mantas, alfombras y cojines que no nos importen demasiado.
7. No poner espejos o ponerlos donde no se debe. Para compensar, añade un objeto decorativo, como un colgador de abrigos bonito, una consola o unas macetas con plantas.
Cuestión de tamaño
8. Esta alfombra es pequeña. No te preocupes, seguro que girada y reposicionada encuentras la forma de integrarla. Puede pasar por debajo de los muebles, quedar a mitad o exenta en medio de un paso.
9. Muebles XL en estancias XS. Reubica los muebles en los extremos, en la medida de lo posible, y complementa con mobiliario más ligero. El ‘attrezzo’ puede ayudar mucho a integrar muebles que a priori no encajen bien.
10. ¡Viva el arte! Eso sí, siempre que sea arte y esté bien colocado. Si tus cuadros tocan el techo, debes iluminarlos bien para ensalzarlos y que no parezca un error.
Nuestro ‘cajón de sastre’: luz y pintura
11. Espacios multicolor. Si pintas varias paredes en tonos intensos, debes apoyar con complementos (tapicerías, alfombras, flores…) a uno de los dos. De esta forma, uno de los colores se convierte en protagonista y el otro en secundario.
12. Iluminar desde arriba. Al usar solo halógenos o lámparas de techo, creas una iluminación plana y fría. La solución inmediata es poner un ‘dimmer’ o regulador en todas las luces principales, para poder graduar la luz. Además, añade lámparas decorativas de pie y sobremesa, para aportar toques de calidez y lograr atmósferas.