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Brocha en mano, el color posee la capacidad de cambiar los espacios, acercar paredes, atrapar emociones, multiplicar la luz o dar una pincelada de vitalidad y alegría. La paleta de este año es emocionante y vibrante, una forma de expresión para tus espacios, sin miedo a caer en lo anodino: hasta los blancos vienen con matices.
Seguir las reglas
“Cada color se convierte en un sentido nuevo, por eso queremos nos rodee”, apuntaba el fotógrafo Oliver Vegas, durante un evento de Jotun. Ahora no pintamos la casa, sino que decidimos la tonalidad que nos gusta y después elegimos el tipo de pintura. Para alcanzar el éxito, debes tener en cuenta siempre las dimensiones del espacio y la cantidad de luz natural que recibe. Sé atrevida, pero sin perder la cabeza y, aunque te gustaría que tu casa fuera un jardín, verde y lleno de esplendor, a lo mejor te tienes que conformar con destacar una sola pared. A la hora de combinarlo con muebles y telas, no olvides seguir la regla del 60% de color dominante (paredes), 30% de secundarios (muebles y cortinas) y 10%, para adornos y complementos.
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Verde: la naturaleza en casa
Fresco y optimista, supone un toque natural espontáneo, lleno de posibilidades decorativas. El ‘greenery’ una especie de verdor amarillento, ha sido elegido por Pantone como el color del 2017. Pero no viene solo sino que lo acompañan diferentes tonalidades de verde, más intensas o ácidas, que evocan la primavera en todas sus etapas. Esta pincelada permite que el paisaje exterior entre en nuestras casas, contagiando el ambiente con sus frescura y vitalidad. Fácil de integrar, es capaz de encajar en atmósferas sofisticadas, rurales o modernas. Adora las maderas lacadas y los colores neutros, pero también el contraste con naranjas o rosas.
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¿Azul o gris?: ¡Ambos!
El otro color del año es el denim gris. Elegido por el Global Aesthetic Center de AkzoNobel –un grupo de expertos independientes que debaten las tendencias mundiales–, este azul grisáceo capta el sentir actual y es el color de nuestro día a día, del cielo o de los vaqueros que nos ponemos. Bello y atemporal, adquiere una característica diferente dependiendo de cómo se utiliza, mostrando versiones diferentes de sí mismo. Es apto para toda la casa, por lo que se puede emplear en la cocina, el salón, el dormitorio o la zona de trabajo. Se trata de un tono lleno de fuerza y personalidad, capaz de integrarse en un espacio, sin perder sus señas de identidad.
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Naturales: un universo lleno de posibilidades
El lado más puro del color está relacionado con los orígenes, lo natural y la esencia de las cosas. Apostamos por los blancos, los grises o los arena, que se inspiran en el mármol, el lino o el algodón. Esta paleta, fácil de utilizar, contribuye a crear ambientes llenos de paz, donde las tonalidades parecen adquirir textura, volumen y fuerza, logrando sobresalir, a pesar de su baja intensidad.
También hay que destacar su versatilidad, que les permite encontrarse cómodos tanto en un espacio de estilo clásico, como en un interior nórdico o en una casa actual y moderna. Una apuesta segura en cualquier ámbito y zona de la casa.
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