Los pavimentos poseen cada vez mayor protagonismo en las estancias, convirtiéndose, en muchas ocasiones, en los primeros actores de los espacios. Hemos dejado de verlos como elementos estructurales que vienen impuestos, para contemplarlos como un valor decorativo, que otorga belleza y carácter propio. Además, los nuevos diseños no temen a (casi) nada, resultan más fáciles de instalar, lo que evita engorrosas obras y muchos de ellos ‘toman’ toda la casa, sabiendo que la humedad ya no es un problema para ellos.
Funcionalidad y estética
A su lado estético hay que sumarles su funcionalidad. Deben ser resistentes, duraderos, capaces de sobrevivir a un trote elevado, sin hacer mucho ruido y sin necesitar un mantenimiento excesivo. ¿Imposible? ¡No!
Madera en formato 'L' y 'XL'
Un clásico que no defrauda y que sobrevive a modas y gustos. Los suelos de madera poseen calidez y belleza. Su pisada siempre es agradable y se adaptan tanto al frío como al calor, ofreciendo siempre su mejor versión. Ahora se llevan los modelos de tablas largas y efecto mate, abandonando las colocaciones en espigas y el brillo extra. Esta tendencia establece un lazo más fuerte con la naturaleza, ya que se resaltan todas aquellas imperfecciones (nudos, vetas o hendiduras), que los hace verdaderamente especiales y únicos. El color de la madera es otro factor a tener en cuenta. Las tonalidades oscuras son penetrantes y muy personales, aunque pueden ‘robar’ luz y metros a las estancias; mientras que las claras y las intermedias son más fáciles de integrar. Si tienes dudas, piensa que las webs de algunas firmas tienen simuladores que te permiten jugar distintos dibujos, colores y acabados, para que compruebes cómo queda cada modelo. Una herramienta muy útil para ayudarte a decidir.
Falsificaciones que parecen auténticas
La naturaleza sigue siendo tendencia en el universo de los pavimentos. Por este motivo, cerámicos, laminados, vinílicos y linóleos dirigen su mirada hacia lo natural, dando lugar a pavimentos de excepcionales cualidades físicas con una innegable belleza estética. En esta fórmula de belleza más técnica, la piedra y la madera son, sin duda, los dos referentes. Pero si hay algo que distingue a los nuevos pavimentos es su capacidad para no solo reproducir el material con exactitud sino, además, lograr recrear y transmitir sensaciones. No solo parecen madera o piedra sino que al pisar o tocar despierta los mismos sentimientos. A esto hay que añadir su escaso mantenimiento y su fácil limpieza. ¡No se puede pedir más!
Estilo industrial: hierro y cemento
Desde pavimentos de microcemento hasta cerámicos capaces de crear superficies continuas de gran espectacularidad. Cemento, hormigón o metales forman parte de este universo que se ‘viste’ de negro, gris o con efecto oxidado, otorgando a las estancias un atractivo visual impresionante.
Su estilo se contagia del espíritu de los lofts, libres y sin barreras visuales o estéticas, permitiendo espacios únicos. Además, como poseen una fuerte personalidad, se convierten –queriendo o sin querer– en protagonistas del espacio y definiendo al resto de la decoración.