Hágase la luz. Y la luz se hizo, pero, eso sí, en modo de bajo consumo. En tiempos donde conceptos como el megavatio hora, las energías renovables, y las centrales nucleares francesas forman parte de nuestras conversaciones, es el momento de cambiar nuestra mentalidad en casa (y fuera de ella) y apostar por una iluminación eficiente, que consuma menos. Y no solo por motivos económicos.
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Iluminación a tu servicio
Un buen proyecto lumínico enriquece la percepción del espacio y nos ayuda a ampliar las capacidades del mismo. Para ahorrar es preciso, primero, no pasarse con la potencia contratada, ya que este factor representa un 40% del importe final de nuestra factura; y segundo adaptar los hábitos a los momentos en los que sale más barata la energía, teniendo especial cuidado en no despilfarrar.
El poder de la luz
La iluminación es una variante que suma puntos en la distribución y decoración de los espacios, aunque también puede producir el efecto contrario y perderlos, ante un mal proyecto lumínico. Cada zona requiere un tipo de iluminación, por eso tampoco es necesario iluminar tu salón como si fuera un laboratorio. Hay que adecuar las necesidades del espacio a las luminarias, es decir, hay que controlar la luz. Debemos tener una lámpara para cada función y en cada lugar, que nos ayude a crear belleza, resalte los volúmenes y la geometría, mediante las composiciones de luces y las sombras. Se trata de crear luz de un modo eficiente, aportando la cantidad justa a cada rincón y cada uso, logrando confort y belleza, sin derrochar.
LED: iluminación ‘low cost’
La tecnología LED ha abierto un camino importante, una carretera en la que no hay renuncias. Evidentemente ofrece un importante ahorro económico, pero sus ventajas frente a otras opciones van mucho más allá, ya que al dar menos calor proporciona una luz uniforme, que se adapta a los diferentes usos, con distintos tonos y colores. Todo un plus a nivel decorativo. Además, es posible integrarla en cualquier diseño, sin que tenga que modificarse nada del ambiente.
Diseños espectaculares
Que se hacen posibles, gracias a la tecnología, LED, ya que permite crear luminarias en infinidad de formas –antes impensables–focalizar la luz u ocultar los emisores. Cuestiones hasta ahora (casi) imposibles. Al reducir el consumo entran en juego otras posibilidades, para iluminar sutilmente espacios y actividades: un rincón de lectura, la zona trabajo sobre la encimera de cocina, etc.
El poder de las sombras. Para crear un ambiente lumínico ideal, que no se note en la factura, debes evitar el exceso de luz y jugar con las sombras, ‘acompañantes’ de las emociones, que nos traspasan con su oscuridad y crean atmósferas potentes y mágicas.