Oh Blanca Navidad: la versión más clásica de estas fiestas
El estilo más clásico se cuela en tu decoración navideña, demostrando que es una de las fórmulas más efectivas para imprimir a tus espacios la magia de esta época.
Cada uno vive y siente la Navidad de una forma diferente. Algo que se traduce en la decoración de su casa. Hoy, te mostramos la versión más clásica, la que apuesta por los brillos, confía en el rojo y en la que no falta una corona en la puerta y el árbol de Navidad. Llena de magia, esta decoración nos traslada al pasado, evoca recuerdos, personas que se fueron, pero que siguen aquí, olores, comidas y risas.
Un ‘look’ lleno de estilo
Aún así, esta Navidad también tiene cabida para lo nuevo, para los detalles con chispa, actuales y con estilo. Te contamos, de la mano de la arquitecta e interiorista Almudena Rebuelta Domecq, cómo el estilo clásico sigue estando de moda y cómo lograrlo, para que siempre parezca renovado.
Alrededor del fuego
Y en familia, por supuesto. Porque el espíritu de la Navidad se materializa en reuniones familiares y encuentros con los amigos y los parientes que menos ves. Y en este ambiente, la decoración es parte importante. Desde la entrada, la corona –siempre con un toque rojo– es el primer encuentro con estas fechas. Gardenias, pino natural con frutas de temporada o las clásicas de acebo ofrecen el mejor recibimiento. Después, alrededor del fuego: “Otro punto importante es la chimenea y los centros de mesa. Siempre me gusta mezclar plantas de base, como pino o lentisco con frutas de temporada, piñas secas, acebo, muérdago, vibornum, y rosas rojas. Todo rematado con velas rojas o blancas en pequeños candelabros de cristal”, cuenta la interiorista.
Dos básicos: el árbol y el Belén
Son elementos obligatorios en este tipo de estilo. Dada su importancia decorativa, deben ocupar un lugar preferente en las estancias. El árbol preside, normalmente, el salón. Grande y verde, puedes apostar por bolas y adornos dorados y plateados, que imprimen una nota de sofisticación y brillo, o por el tradicional rojo, tan ligado a estas fechas y un verdadero embajador de Papá Noel y todo lo que le rodea. A su lado, o en una habitación contigua, el belén. “Desde pequeña en mi familia nos han inculcado la importancia de la decoración navideña en casa. Un elemento muy importante siempre ha sido la presencia del Misterio, con figuras únicas talladas y pintadas a mano. Hechas por escultores de toda la vida, como José Ignacio Ferrer Mora Figueroa”, relata la Almudena.
Detalles para un ambiente perfecto
Las velas, las plantas, desde el lentisco (“planta que me recuerda a Jerez, a mi casa, y que si lo echas a la chimenea da un olor increíble”) hasta las poinsettias, un clásico que no debe faltar en un rincón, la mesa o incluso en la puerta de entrada.
Sin olvidar, la decoración de la mesa. “Siempre con mantel. Me encanta en esta época del año, especialmente en colores oscuros, como burdeos o azul. Una vajilla especial (las de Vista Alegre con motivos florales aseguran el éxito) y para completar pequeños jarrones dorados con flores y bolas”, apunta la interiorista.