Las plantas (y las flores) vuelven a casa por Navidad
Dispuestas a hacerse un hueco en la decoración de esta época, aportan calidez y un toque de estilo con su presencia. Arreglos, plantas o centros, para todos los gustos y estilos.
O quizás, ¿es que nunca se han ido de nuestro hogar? Lo que está claro es que pon una planta o un arreglo en una de tus estancias y habrás dado un toque decorativo a la misma, sin apenas nada más. Un centro de mesa o un ramo en la chimenea ‘vestirán’ de fiesta cualquier ambiente en cuestión de segundos.
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Una pincelada de vitalidad
Sin olvidar, su capacidad para hacernos vivir la Navidad con todos los sentidos e imprimir una pincelada de fuerza (natural, por supuesto) y vitalidad a los espacios. Con ellas, la decoración ‘vive’ en nuestros rincones y en nuestras mesas, por lo que adquieren un significado mayor, un poder tremendo.
Las ‘reinas’ del lugar
Las plantas, arreglos y centros imprimen elegancia, belleza natural o un toque de sofisticación, según la especie y la combinación elegida. La Flor de Pascua es la ‘reina madre’. Vestida de rojo, uno de los colores tradicionales, o de nuevos tonos, como rosa o blanco, ofrece muchas posibilidades, luciendo espléndida en cualquiera de sus tamaños (XS, mediano o XL). Puede tomar la forma de un centro de mesa, de arreglo sobre la chimenea o de arbolito en un rincón del salón. Asimismo, disfruta yendo sola, pero también en compañía de velas y otros accesorios naturales. El acebo, el muérdago o las piñas son otros de los protagonistas naturales de estas fiestas. Hay pocas decoraciones que se les resista y los podemos ver en paredes, mesas, ventanas… Poniendo siempre su toque (y color) especial navideño.
Solas o en compañía
Su poder es indudable, independientemente del tamaño y de si ‘brilla’ sola o va acompañada de toda una ‘patrulla floral’. No subestimes su poder. Un arreglo espectacular que combine diferentes especies o varios centros que decoren la mesa en toda su extensión pueden ser absolutos protagonistas, pero también una simple rama de abeto. La magia no entiende de cantidades o tamaños. Así, Carlos de Troya, perteneciente a la generación 43, destaca como imprescindible para esta Navidad “un centro de mesa floral, natural, que no interfiera nunca en la visibilidad ni interacción de las personas que se sientan a la mesa”. Una idea sencilla llena de simbolismo.
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Clásicas de esta época o recién llegadas
Sin duda, la Flor de Pascua es la especie que más éxito tiene en esta época. Quizás, parte de su magia se encuentra en su temporalidad, ya que la poinsettia sólo aparece por casa en esta época del año. Y cuando terminan las fiestas, aunque se puede intentar mantenerla igual de bonita, suele irse con ellas. Además, pueden lucir una versión tradicional u otra más contemporánea.
Actualmente, se han colado en nuestras decoraciones florales navideñas, algunas especies capaces de hacer sombra a la mismísima poinsettia. Las rosas, en rojos o en rosas (no te pierdas las liofilizadas, ya que son eternas y no necesitan agua) o las Amarilis son algunas de ellas. A su lado, se introducen propuestas más originales en las que se incluyen frutas y hortalizas, pintadas en sofisticados colores, por ejemplo.