Cuando el frío llega y el sol o no aparece o lo hace tímidamente, hay pocos sitios donde se pueda estar mejor que en casa. Bueno siempre que tu vivienda te acoja con los brazos de la calidez y la comodidad necesarios, para que estés a gusto. Una decoración fría, te transmitirá sensación de frío, a pesar de que subas los grados de la calefacción a 25ºC. Crear una ‘deco’ calentita es sencillo, sólo tienes que jugar con los colores y los complementos adecuados.
Lee: Cambio de temporada: Claves para una casa cálida y confortable
Con la mirada en la naturaleza
Decirte que todo lo que ‘huela’ a natural es un acierto seguro, no tiene misterio. Las fibras naturales, la madera y las cosas ‘handmade’ son buenos aliados del invierno. Son cálidos por su imagen, sus materiales y su ‘espíritu’, capaces de hacernos viajar a lugares cálidos, bañados por el sol o evocar la belleza de una chimenea chisporroteando.
Básicos para el invierno
Desde el color de las paredes hasta el suelo o la iluminación, la calidez empieza por la ‘caja’ que envuelve tus estancias. Las casas oscuras son espacios fríos. Por eso, en cualquier época del año, pero ahora con más motivo, deja que los rayos solares, por escasos o tímidos que sean se cuelen en todos tus rincones. Y no olvides las velas… ¡Son tan románticas y cálidas!
Lee: 6 trucos infalibles para que tu salón resulte más cálido en invierno
Si hay algo que marca la temperatura es el color, incluso el blanco, un tono originalmente frío puede darte calor, siempre que vaya bien acompañado. Los tonos pastel, los naturales, los grises y, por supuesto, los rojos, calderos y otros ‘hot’ pueden ser buenos acompañantes. Respecto a los pavimentos, la madera y sus ‘buenas copias’ son nuestra mejor opción. Hay pocas cosas que transmita, tanto visualmente como al tacto, una sensación de calidez y confort en un grado tan alto.
Lee: Guía práctica para dar un toque de ‘charme’ a tu casa
Pinceladas ‘hot’
Traslada a tu casa esa imagen otoñal, reproduciendo los tonos de la naturaleza. “Para conseguir un ambiente cálido a la par que exótico, la combinación estrella de este invierno es el dorado y la madera natural. Forman una extraordinaria pareja para decorar cualquier rincón y evocan los tonos, texturas y colores que deja tras de sí la caída de las hojas caducas de los árboles. Las maderas puras, con toques envejecidos, así como las piezas ‘vintage’ recuperadas, también serán básicos de este otoño por su versatilidad y buen encaje con cualquier otra tendencia decorativa”, aconseja la diseñadora de interiores Sandra Marcos. El terciopelo (‘querido ‘velvet’) es pura tendencia esta temporada, su textura y su belleza es también un buen aliado para el invierno.
Lee: ‘Mix & Match’: el arte de la mezcla
Complementos que funcionan
Un clásico del invierno son las alfombras. Su poder es (casi) mágico, ya que no sólo abrigan nuestros suelos sino que decoran, delimitan zonas y aportan siempre un toque de elegancia a las estancias. Los cojines y los ‘plaids’ son otros ayudantes imprescindibles para esta época del año: abrigan, aíslan térmicamente y nos envuelven en una nube. “Hoy predominan los tonos tierra, junto con los marsalasy colores vino. Lo ideal es aprovechar la amplitud cromática que pone a tu disposición el otoño y jugar con los ocres, mostazas y verdes. Incluso puedes permitirte algún toque de gris, pero en su versión más azulada, recordando los cielos de los amaneceres más tardíos”, señala la interiorista.
Otro de los elementos a los que no prestamos la suficiente atención son los aromas. Velas, difusores, mikados… llenan nuestros espacios de agradables fragancias, que nos envuelven y nos arropan.