Este material, camaleónico y ligero, ofrece un abanico de posibilidades en el hogar, ya que es capaz de adaptarse a distintos estilos decorativos, luciendo siempre su lado más sofisticado. Tremendamente moderno, nos conquista en sus diferentes versiones, porque en cada una de ellas logra imprimir su toque personal.
Un clásico que gana con los años
Han hablado mucho de lo mal que envejece, pero olvidan que la piel ajada y envejecida posee todavía mayor encanto y encierra en sus pliegues, además de años, historias únicas. También lo tilda de resultar frío en invierno y ‘pegajoso’ en verano,, pero ¿quién es perfecto? Lo realmente cierto es que resulta tremendamente cálido y que no se conforma con los sofás o las butacas sino que alcanza a los cojines y numerosos objetos decorativos. Además, para facilitar su mantenimiento, muchas marcas incorporan tratamientos, que evitan manchas y lo mantienen en mejor estado durante más tiempo. Por fin el cuero se libra de etiquetas y reclama su derecho a reinar en las casas, sea cual sea su estilo.
Con el ‘look factory’
Su unión con la estética industrial es un hecho constatado. Son como un matrimonio bien avenido, que se complementa, se ayuda y compenetra de tal forma, que no se entiende lo uno sin lo otro. La frialdad visual y sensorial del industrial más puro, se anula con la calidez del cuero y con piezas de otros estilos, capaces de elevar la temperatura ambiental sin subir la calefacción. Moderno y con personalidad, este material natural es una buena baza en este tipo de interiorismos, el tipo de acompañante que no puede faltar si se quiere dotar a las estancias de carácter.
Con el nuevo ‘Mid Century’
Y si en el industrial se siente como pez en el agua, en las casas con pinceladas de los 50 también encuentra su lugar. En una estética que apuesta por la calidez y la calidad de sus piezas, el cuero encaja a la perfección. Rodeado de maderas y fibras naturales, la luz les muestra en todo su esplendor y fuerza. Huye de los modelos recargados y apuesta por piezas ligeras o por iconos del diseño nórdico, como el típico sofá con colchoneta de cuero. También es un buen aliado para dar pinceladas ‘fifties’, sin tener que apostar todo a esa tendencia.
En clave sofisticada
Aunque en los anteriores estilos es un aliado indiscutible, tampoco se desenvuelve mal en estancias modernas, donde, dado su naturaleza noble, aporta un toque de elegancia, lleno de personalidad y estilo. Su carácter y su distinción es una gran baza a la hora de crear atmósferas poderosas visualmente, donde las piezas cobran un protagonismo especial.
Aunque su gama de color abarca tonalidades, como el rojo (pura tendencia), esta temporada tres colores son los elegidos: natural, blanco y negro. Tres clásicos, fáciles de integrarse en las decoraciones actuales.