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El Hotel Royal Savoy (Lausana) y el Hotel Palafitte (Neuchâtel),
en Suiza, son dos establecimientos diametralmente opuestos en cuanto a
decoración y diseño, pero ambos comparten un mismo concepto: un lujo refinado, sin estridencias y muy chic.
Mientras el primero está ubicado en la apacible ciudad de Lausana,
sede del Comité Olímpico Internacional, y en la factura de su
arquitectura se advierten claras referencias a los tradicionales
‘chateaux’; el segundo se encuentra en Monruz, a orillas del lago
Neuchâtel, y por su original ubicación y construcción nos hace pensar en
un destino más propio de las Maldivas o las Seychelles, sin embargo,
nada más lejos de la realidad, porque nos encontramos en Suiza, en pleno
corazón de Europa.
Te invitamos a entrar en nuestra galería de imágenes para ver los interiores de dos de los hoteles más exclusivos del circuito europeo. ¡Adelante!
El Hotel Palafitte, ubicado en Monruz, es uno de los hoteles más espectaculares y originales del continente europeo. La razón: es el único hotel de Europa construido sobre el agua. Consta de 40 pabellones, 26 de ellos edificados directamente sobre las aguas del impresionante lago suizo de Neuchâtel, lo que, sin duda, contribuye a que el huésped viva una experiencia única. Cada uno de estos pabellones tiene acceso directo al lago desde la terraza. © www.palafitte.ch
El hotel fue construido en el año 2002 con motivo de la celebración en Suiza de la ‘Exposición Nacional’, fue proyectado por el arquitecto Kurt Hoffmann y en él colaboró también la Escuela de Hostelería de Lausana. El objetivo era muy claro: presentar para este evento internacional una obra original que despertara el asombro del mundo entero. Y, la verdad, los resultados del proyecto hablan por sí solos. © www.palafitte.ch
La elección de este tipo de construcción sobre pilotes no fue
casual, sino que está relacionada con la propia historia arqueológica de
esta región, donde se han encontrado restos muy antiguos de este tipo
de edificación, que nos hablan de que los palafitos constituían un tipo
de vivienda común en esta parte de Suiza.
Además de su bellísima ubicación, todos y cada uno de los pabellones son independientes, aseguran una absoluta privacidad y proporcionan una estancia relajante, alejada del ‘mundanal ruido’.
© www.palafitte.ch
Las vistas desde todos y cada uno de los pabellones son espléndidas. No solo se tiene la oportunidad de admirar el lago de Neuchâtel, también se puede disfrutar de unas impresionantes vistas de los Alpes.
© www.palafitte.ch
Cada pabellón es una habitación de aproximadamente unos 68 metros cuadrados. Todas y cada una de ellas se han proyectado para realzar y subrayar las asombrosas vistas del exterior. La decoración, muy cuidada y de aires contemporáneos, con colores suaves, y la madera como material predominante contribuye también a cultivar esa sensación de calma y relajación total que se respira en el hotel. © www.palafitte.ch
Incluso el impresionante cuarto de baño también ha sido proyectado para poder ver el exterior. Una pared construida a base de paneles móviles de madera permite abrirla al lago de Neuchâtel para poder disfrutar de las vistas y dar paso a la entrada de luz a raudales. Jacuzzi, ducha separada con mampara... todo está pensado para que el visitante disfrute de una experiencia única. © www.palafitte.ch
En el cuarto de baño todos los detalles están cuidados al máximo: lavabos sobre encimera, WC separado de la zona de aguas, predominio de la madera en tonos claros para aportar amplitud y ligereza al espacio...
© www.palafitte.ch
El hotel Palafitte posee también catorce pabellones situados a orillas del lago. Y, de igual manera, todos ellos están pensados para poder admirar el espectacular panorama natural desde la habitación.
© www.palafitte.ch
A simple vista su fachada evoca la arquitectura de un castillo de cuento de hadas. Y esta percepción no anda muy desencaminada porque este hotel, ubicado en la apacible y lujosa ciudad de Lausana, fue concebido a imagen y semejanza de los tradicionales 'chateaux'.
Fue inaugurado en 1906 y su dilatada historia guarda también un capítulo protagonizado por la monarquía española, porque el Hotel Royal Savoy de Lausana fue durante un tiempo residencia de los reyes de España en el exilio, tras la proclamación de la II República española. © www.royalsavoy.ch
Este legendario hotel, tras cinco años de profunda renovación, volvió a abrir sus puertas en noviembre de 2015. Los trabajos de reforma tuvieron dos objetivos: por un lado, rehabilitar la parte histórica del edificio, respetando el legado de su arquitectura y decoración tradicional, y, por otro, la construcción de un nuevo edificio adosado al principal que, a pesar de su modernidad, armoniza a la perfección con el resto de la construcción.
En la imagen, el vestíbulo pricipal del hotel con una decoración absolutamente contemporánea donde se ha cuidado hasta el más mínimo detalle. Detalles de influencia 'art nouveau' o neobarroca conforman unos interiores clásicos de gran elegancia. © www.royalsavoy.ch
El restaurante del hotel, 'La Brasserie del Royal', tiene también un claro aire clásico y está decorado en serenos tonos azules y grises. Es, sin duda alguna, otro de los grandes atractivos del establecimiento hotelero, entre otras cosas porque está asesorado por Marc Haeberlin (tres estrellas Michelin en el restuarante L´Auberge de L´ill, en Alsacia), artífice de una gastronomía que funde tradición y modernidad.
© www.royalsavoy.ch
Otro de los salones del Hotel Royal Savoy, presidido por dos enormes lámparas de cristal. Colores constrastados, pero muy serenos, así como mobiliario en el que se funde los tradicional con lo contemporáneo. © www.royalsavoy.ch
Los cuartos de baño no son muy grandes, pero el espacio está totalmente estudiado para mantener separada la zona de aguas y el WC. Lavabos sobre encimera, mármol negro y madera conforman un interior clásico muy elegante.
© www.royalsavoy.ch
El hotel consta de 196 habitaciones, todas ellas decoradas en un estilo contemporáneo. Tonos neutros para los detalles decorativos, que contribuyan a crear una atmósfera de calma y confort. © www.royalsavoy.ch
El Hotel Royal Savoy cuenta con un espectacular spa. En total son 1.500 metros cuadrados donde relajarse o someterse a los mejores trataientos de belleza. Cuenta con dos piscinas, una interior y otra exterior, haman, jacuzzi, sauna, gimnasio, peluquería y ocho salas donde recibir los tratamientos más exclusivos. © www.royalsavoy.ch
