Después de meses al aire libre, disfrutando del verde del jardín o la terraza, es hora de entrar en casa: las temperaturas mandan. Pero eso no significa renunciar a la frescura de plantas y flores sino de elegir las especies más idóneas y escoger un el rincón perfecto. A sus propiedades decorativas, hay que sumarles otras más profundas: oxigenan, purifican y transmiten alegría y calma. Pon una planta en tu casa y tendrás un poco más de paz. Pruébalo, ubica una maceta en una de tus estancias y al poco tiempo comprobarás sus efectos relajantes.
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Supervivientes en casa
Tanto para los que tienen don como para los que no, existen especies que están a prueba de olvidos, falta de riego o abandono. Son las ‘todoterreno’ de la naturaleza. Desde las plantas crasas, que apenas requieren cuidados, pasando por los ficus, las orquídeas y la sanseviera. Sólo debes encontrar la tuya. Y si no te ves capaz, no tienes tiempo o sufres algún tipo de alergia, las artificiales son tu opción. Hay algunas tan reales que debes tocarlas, para saber si son falsas.
¿Dónde la pongo?
Antes de decidirte, ten en cuenta aspectos imprescindibles para su supervivencia, como su tamaño y su resistencia a la calefacción, las corrientes de aire o la falta de luz. Después, observa detenidamente esos rincones a los que les falta algo e imagínatelos con un toque verde. Las plantas son aliadas en todas las estancias de la casa, incluso la cocina gana puntos decorativos con una maceta, así que déjate llevar por sus encantos. Puedes colgarlas y llenar de personalidad las paredes; dejarlas en una ventana para potenciar la sensación de frescura; vestir la mesa de comedor con ellas; ponerlas sobre la cómoda del dormitorio y dar un toque de relax; sobre una mesita auxiliar en un rincón de lectura…
Pasión por las espinas
Los cactus llevan tiempo siendo los ‘niños bonitos’ de la decoración. A su indudable encanto decorativo, se les suma una capacidad extraordinaria para sobrevivir en condiciones extremas de temperatura, luz y agua. Lucen más en macetas de barro o cerámica de alegres colores –por ese punto de ‘México lindo’ que tanto nos gusta– y puestos a elegir, prefieren un lugar luminoso y ventilado. A la hora de regarlos, espera a que la tierra se seque, antes de encharcarlos. Hay variedades para todos los gustos (tamaños mini y XL) y una verdadera carta de colores, que van desde el clásico verde hasta el amarillo o el rosa. Tienen tal éxito que les han salido imitaciones en cerámica, plástico o metal, que derrochan su mismo encanto.
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El encanto de las flores
Su belleza, frescura y colorido nos hacen quererlas para dentro de casa. Son una posesión preciosa en cualquier interiorismo, porque hay pocas cosas y sentimientos que se puedan expresar mejor que con una flor. “La esencia del estilismo y la decoración floral está precisamente en ser capaz de trasmitir sensaciones a través de los centros y creaciones con elementos de la naturaleza”, comenta Marina Ibáñez, responsable del taller de estilismo floral Oh Fleurs!
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Tremendamente juguetonas, pueden adquirir distintas personalidades: desde orgullosa y elegante, hasta sofisticada, campestre, romántica o apasionada. No hay papel en el que no se sientan a gusto. “Los toques románticos, vintage y los adornos florales sutiles y con elegancia serán tendencia. Los tonos claros y pastel, junto con el blanco, combinados con elementos orgánicos son la conjugación perfecta”, apuntan desde Oh Fleurs!
Por otra parte, ¿existe algo más agradable que desayunar al lado de un jarrón de margaritas, maquillarse junto unas rosas blancas o leer tu novela preferida bajo la mirada de bellos tulipanes?