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La vuelta al cole es siempre un momento importante, ya que supone un cambio de ritmo, tras el descanso (o la relajación) en las tareas, los horarios y las responsabilidades. Crearles una decoración que les facilite la adaptación no cuesta mucho –ni siquiera económicamente– y puede contribuir a hacerles la vuelta más sencilla.
Ambientes vitaminados
Y llenos de fuerza que les inspire y les cargue las pilas. “Mejorar su zona de confort y convertir su habitación en un lugar donde quieran pasar horas y horas es una forma de afrontar la vuelta a la rutina. Sus posibilidades decorativas son inmensas, ya que, a la amplia carta de colores con los que trabajar, se les suman los detalles, juguetes y elementos que se pueden incluir en estos espacios”, afirman desde R Diseño.
Funcional, bonita y segura
Lo tiene que tener todo. Su belleza estética tiene que tener una pizca de diversión y alegría; sus muebles deben dar respuesta a las distintas necesidades (dormir, estudiar, relajarse y jugar) y siempre debe crearse un ambiente seguro y saludable. “Todos los objetos en una habitación infantil han de ser útiles y prácticos. Para ello, es recomendable, por ejemplo, incorporar siempre algún sillón, para leer cómodamente un cuento o –incluso– quedarte un ratito a su lado mientras duerme. El almacenaje es otro de los ‘must have’ de esta decoración práctica. Pon elementos a la altura del niño y apuesta por los elementos con doble función y por cajas o cestas”, aconsejan desde el estudio R Diseño.
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El mundo bajo sus pies
Y el universo sobre su cabeza. El suelo se convierte en un verdadero aliado de la decoración. Cuando el niño es pequeño duerme, gatea, juega y rueda en el pavimento y ese placer no desaparece con la edad, ya que en el suelo puede montar el circuito de F1, echar una partida de cartas con los amigos, tumbarse a leer un libro o montar ese puzzle de 300 piezas, que no consigue terminar nunca. En este universo, las alfombras cobran especial protagonismo. A su faceta puramente decorativa, se les une su capacidad para delimitar la zona de juego. Puestos a elegir, procura que se trate de un modelo lavable.
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La imaginación su leitmotiv
Vale, queremos que sea práctico y funcional, que su distribución incluya una zona de descanso, otra de estudio y una de juego, pero nunca debe perder su magia, su desorden, su capacidad para hacerles soñar. Debe ser un lugar para jugar, un espacio que les permita aprovechar su energía, creatividad e imaginación. Lo difícil es lograr que sea universo para soñar, que deje al mismo tiempo entrar al silencio, para un rincón de lectura, una zona de estudio…
Y un último consejo, antes de poner el broche final, pregúntales qué quieren ellos y qué les gusta. Es su espacio, ellos tienen la última palabra. Te sorprenderá descubrir lo mucho que les importa cómo está decorado su cuarto.
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