Lo han vuelto a hacer, y no sabemos cuántas veces lo han hecho ya. Espacios que dan mucho de sí, nobles de sentimientos y sencillos en su ejecución, que no esconden nada y aportan mucho. Así, son los interiores que diseñan Egue y Seta y en esta categoría podemos incluir a este piso del Eixample de Barcelona. Pero con una salvedad, en esta ocasión podemos disfrutarlo, ya que los maestros del diseño moderno han creado una casa-hotel o un hotel-casa, no sabemos muy bien en qué categoría incluirlo.
Se alquila ‘hogar’
“Se trata de una vivienda destinada a albergar vacaciones en familia ‘in style’, combinando la comodidad del mejor de los hoteles ‘urban chic’ con la flexibilidad de la casa propia”, cuentan desde el estudio. Un lugar ideal para los que se reúnen por vacaciones a miles de kilómetros y quieren sentirse ‘como en casa’.
Una gran zona pública
La vivienda con 172 metros cuadrados está distribuida en una gran área social, que se organiza en tres salones contiguos e integrados en una cocina abierta, y una parte privada con tres habitaciones con vestidor y baño propio. El acceso a las mismas se realiza a través de un pasillo recibidor, que se plantea –convirtiéndose ya en una de las señas de identidad de los diseñadores– en un oasis verde y que reconcilia aparentes opuestos: elegancia y practicidad; neutralidad y personalidad; interior y exterior y los brillos metálicos con la frescura de la vegetación. El mobiliario, variado y sin complejos, y la iluminación, cambiante y sensual, hacen de la transición entre el día y la noche o el desayuno y la fiesta algo tan fácil y natural, como el ánimo de seguir estando juntos.
Al servicio de la comodidad
Y todo ello sin perder en ningún momento, los principios de interiorismo de Egue y Seta: llevar la luz donde no la hay, amplitud donde escasean los metros, comunicar lo que parece difícil y brindar confort a todos los rincones. Y ese último deseo de comodidad ha llevado a idear una gran cantidad de lugares de almacenaje. Se sabe que cuando alguien va a comprar una casa, el número de armarios es fundamental y nunca parece ser suficiente. Generosos vestidores flanqueados por armarios confeccionados en laminados textiles, nos ofrecen un maravilloso universo para albergar todas nuestras cosas en perfecto orden.
Un estilo atemporal, pero ¡vivo!
Un piso para vivir a gusto, sin importar el tiempo que vas a pasar en él, un lugar ideal, cuyas claves son juntar, reunir y combinar y en el que los clásicos del mobiliario contemporáneo se alternan con piezas de tendencia, mientras la neutralidad de los tonos de sus tapicerías textiles o de piel, los chapados en madera natural y las alfombras y cortinas en fibras orgánicas consiguen armonizar con lámparas de broce gastado, el acero inoxidable de la cocina y los espejos murales.
Toda esta calidez sensorial, de la que evidentemente forma parte la vegetación, dota a la casa de un gran atractivo decorativo, capaz de perdurar en el tiempo, al margen de modas y tendencias. Este proyecto de Egue y Seta, que no ha sido creado para una familia en particular, posee, sin embargo, la capacidad de ser un hogar para todos aquellos que lo deseen. Y es precisamente de esta característica de donde procede su belleza y su magia.