Los rayos de sol y la luz hacen inimaginable un exterior en blanco y negro. Ahora necesitamos espacios rebosantes de color y sin complejos, capaz de sumergirnos en las aguas cristalinas del Mediterráneo, llevarnos a una selva tropical o invitarnos a un paseo por la dulce Toscana.
Vitaminas decorativas
No hay un código claro, ya que lo bueno que tiene esta estación del año es su capacidad para reinventarnos y no establecer los límites más estrictos –decorativamente hablando–, que se imponen dentro de casa. Es el momento de divertirse y dejarse llevar por las tonalidades más atrevidas, esas que jamás pisarán tu salón, y contagiarse de la vitalidad y la energía positiva que nos dan los rojos, naranjas, rosas, amarillos…
Pinceladas o ‘brochazos’
Ante todo debes permanecer siempre fiel a tu estilo, aunque sin renunciar a un toque de optimismo. La clave está en encontrar el equilibrio y en crear espacios en los que te sientas a gusto y seas capaz de disfrutar momentos únicos e inolvidables. Puedes apostar por el ‘efecto arcoíris’ y mezclar sin miedo muebles y piezas de tonalidades dispares y, en principio, contrarias al buen gusto (entendiendo por buen gusto los cánones estéticamente establecidos), creando rincones llenos de magia y personalidad. O introducir sutiles pinceladas coloridas, a través de las telas o los detalles, ‘alegrando’ un mobiliario en madera, blanco, marrón o negro.
Universo pastel: el ‘outdoor’ más suave
Los metales, las fibras sintéticas y el plástico son los protagonistas de estos espacios exteriores. A su buen comportamiento fuera de casa se le suma su capacidad para ‘vestirse’ con las tonalidades de moda. El color tiene la capacidad de conmover y de hacerte sentir. Y en verano –por cuestiones obvias–, los sentidos están a flor de piel. Puedes apostar por las tonalidades pasteles, en pleno auge decorativo. Sencillas de combinar, crean rincones encantadores, que invitan al relax. El rosa cuarzo (elegido color de la temporada por Pantone) resulta un buen aliado para combinar con verdes o azules.
‘Looks’ de moda
También puedes contagiarte del espíritu de los Juegos Olímpicos –y de Río de Janeiro–, donde los colores más primarios y vitales (verdes, rojos y amarillos) se convierten en protagonistas de nuestro jardín o terraza. Tonos que compiten en originalidad y diversión, manteniendo siempre el espíritu deportivo. Otra opción es lograr una mirada pop, con tonalidades efervescentes, capaces de convertirse en las reinas de la fiesta del jardín. Un mundo onírico, lleno de fuerza visual. O recrear el ‘look’ mediterráneo, con sus azules allende los mares. Un estilo clásico, pero fácil de integrar y de adaptar a (casi) cualquier rincón exterior.
Sea cual sea la gama cromática que elijas, es importante que defina espacios llenos de inspiración, capaces de despertar sentimientos. No olvides que detrás de cada color hay mucha sociología.