Cuatro restaurantes con cuatro estilos diferentes para disfrutar del verano en la ciudad
Estos locales recrean con su decoración y su propuesta culinaria algunos lugares llenos de encanto. Visitarlos es (casi) estar de vacaciones. ¿A dónde quieres viajar?
Cuatro locales que reflejan con su decoración rincones de la Habana, Cantabria, Sevilla o el Madrid de los años 40. Traspasa sus puertas y prepárate a viajar.
RITMOS Y AIRES CUBANOS
Habanera, así se llama este restaurante recién abierto en la capital, perteneciente al grupo Larrumba Y su nombre es ya una declaración de intenciones: 900 metros cuadrados que concentran el espíritu de La Habana en su decoración y, por supuesto, en su comida. El estudio Proyecto Singular ha sido el encargado de esta reinterpretación caribeña, que ofrece un lugar diferente donde refugiarse y desconectar. En él, las maderas, las telas con motivos vegetales, una cuidada iluminación y el exceso de la vegetación generan un espacio donde interior y exterior se confunden y que se envuelve por la espectacular perspectiva que se obtiene desde la plaza de Colón.
El espacio gira alrededor de un patio, inspirado en la arquitectura colonial cubana. “En este patio se reinterpretan las antiguas fachadas de La Habana mediante una malla metálica perforada, una iluminación cálida y una vegetación, que recrean el ambiente tropical y el optimismo de la capital cubana. En el centro un piano para música en directo que inundará de vibraciones positivas a los usuarios de este espacio de más de ocho metros de altura”, cuentan desde el estudio de arquitectura e interiorismo. La Habana está en la ciudad… ¡Azúcar!
UN PEDACITO DE CANTABRIA
La Bien Aparecida rinde homenaje a la patrona de Cantabria y lo hace con un local con guiños materiales que evocan elementos eclesiásticos. La nueva aventura del chef Paco Quirós, que ya acercó Santander a Madrid con sus otros dos restaurantes (El Cañadio y La Maruca), es un ‘templo’ tranquilo, donde la arquitectura ‘muraria’ existente también evoca espacios gastronómicos, tipo tabernas, donde la simplicidad, la austeridad y la naturaleza de los materiales dejan protagonismo a la comida y su abundancia en la mesa.
Tarruella Trenchs Studio fue el encargado de este proyecto, que con un cuidado diseño e interiorismo, no pretende ser más que un buen soporte para el verdadero culto: la gastronomía. “Trabajamos con materiales nobles, formas muy básicas, manipulaciones sencillas de los materiales y cierta depuración en la definición de colores y acabados. La madera de roble, presente en suelos, arrimaderos y mobiliario, se presenta natural, en tablones macizos, que dotan al espacio de peso y calidez. El estudio de la luz también ha sido muy importante en este proyecto, para aportar al ambiente una atmósfera doméstica y natural”, señalan desde el estudio de arquitectura e interiorismo.
ANDALUCÍA EN VERSIÓN CONTEMPORÁNEA
En pleno centro de Sevilla, el restaurante El Pinton fusiona a la perfección la cara más cañí con la Andalucía más actual, cosmopolita y moderna. El resultado es un espacio ‘cool’, que no pierde en este nuevo look sus raíces más profundas. Y como no podía ser de otro modo, el interiorismo, decoración y diseño de mobiliario, llevados a cabo por el estudio Lucas y Hernández-Gil armoniza y equilibra tradición con modernidad, siendo respetuosos con las identidades de ambos.
“Materiales, como la cal, la madera, el azulejo y el hierro, y texturas naturales tratan de enlazar la fuerte presencia de la tradición con una perspectiva contemporánea”, describen desde el estudio.
ALREDEDOR DEL MUNDO
El colonial más industrial se apodera de Perrachica, el restaurante con el nombre de una famosa ladrona del Madrid de los años 40, que tomó su apodo de la antigua moneda de cinco céntimos de peseta. Desde el inicio se respira una atmósfera mágica, mediante una terraza cubierta que te envuelve entre sus tonos verdes y la vegetación, evocando exóticos lugares.
En este proyecto, llevado a cabo por el estudio Proyecto Singular, los espacios sorprenden por sus dimensiones, mientras que las distintas escenas y ambientes disminuyen la escala para hacer de los espacios rincones acogedores y cálidos. “800 metros cuadrados, donde nuestra ‘ladrona’ construye una maqueta clásica de dimensiones reales del banco que tiene pensado atracar. Los baños son la caja fuerte y una gran estantería de cajas de seguridad preside la entrada”, puntualizan desde Proyecto Singular.