Bajamos la temperatura de tu casa
Descubre cómo usar la decoración para refrescar tus estancias. Telas, colores e ideas que te permitirán disfrutar del interior también en verano.
¿Sabías que pasamos más del 90% de nuestro tiempo es espacios cerrados? En verano, las altas temperaturas se instalan también en nuestra casa. Por eso, además de un interior cómodo, necesitamos que sea fresco. En definitiva, un lugar donde hacer frente a las altas temperaturas de la mejor forma posible.
Cambio de aires
Antes de encender el botón del aire acondicionado, convierte a la decoración en el aliado para esta época del año. Basta con jugar con los colores, las telas y otros detalles. Sin olvidar, esos gestos diarios, como bajar las persianas en las horas de sol y evitar el efecto invernadero (se calcula que un 30% de calor procede de las ventanas) o desplegar el toldo, para evitar que los rayos de sol se cuelen dentro y rebajar, al mismo tiempo, la temperatura entre 2 y 6º C.
Colores y materiales ‘fresh’
Sensaciones, tanto visuales como físicas. Un espacio no sólo debe ser fresco sino parecerlo. Así, procura que tus estancias estén desahogadas de objetos y luzcan ‘limpias’. Las habitaciones abarrotadas de muebles y adornos resultan apabullantes en sí mismas y desprenden calor. Apuesta por la paleta de los blancos o los neutros, que no absorben la luz de los colores, resultando mucho más frescos que el resto. Los azules y los verdes nos trasladan a orillas del mar o a un bosque, por lo que también son buenas opciones. Sin olvidar las tonalidades pasteles, que además son tendencia e imprimen un toque ‘chic’.
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Respecto a los muebles, independientemente del estilo, los de maderas claras o lacados en blanco son más ligeros y frescos. Al igual que los de materiales naturales, como el mimbre.
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Ropa de temporada
De la misma manera que adaptas tus prendas de vestir a la temporada, debes hacer lo mismo con las telas de tu casa. Ropa de cama, cortinas o fundas son parte del vestuario del hogar que debe cambiarse. Los tejidos pueden marcar la diferencia. Los pesados, las lanas o los más gruesos contribuirán a aumentar la temperatura con su sola presencia. Es tiempo de verano, opta por telas ligeras, frescas, transparentes y con movimiento, que nos ayuden a aligerar el resto de la decoración de las estancias. Si se trata de cortinas, mejor visillos que permitan circular el aire libremente. Los tejidos naturales, como el lino o el algodón, son buenas opciones. Respecto a los suelos, desnúdalos o si eres incapaz de renunciar a las alfombras, apuesta por las de fibras (coco, yute, lana) o por las de PVC.
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El exterior vive dentro
Deja que forme parte de él. Comunica ambos ambientes, deja que tus estancias miren hacia fuera, que incluso se difuminen las barreras entre ambos, con cerramientos o grandes ventanales, que permiten una relación fluida. El jardín o la terraza contribuyen a bajar los grados, aprovéchate de ellos.
Y, siempre, pero en esta época del año más, vive con plantas a tu alrededor. El verde y las flores siempre aportan frescor y poseen la capacidad de contagiarnos de su vitalidad y fuerza. Además, son el broche decorativo perfecto de cualquier ambiente.