En el corazón de Los Ángeles, a muy pocos minutos en coche de Rodeo Drive, en el área conocida como Benedict Canyon, uno de los barrios más exclusivos de Beverly Hills, se alza una propiedad que por sus dimensiones y todos los elementos que la conforman es, sin lugar a dudas, una de las más espectaculares de la zona. Y, definitivamente, el lugar perfecto para los amantes de la equitación.
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© JOHN AAROE GROUP
No es de extrañar que la cantante Cher, primero, hacia finales de los 70's, y, posteriormente, el actor Eddie Murphy (que se la compró a Cher en 1985) cayeran rendidos a los atractivos de una lujosa finca en la que encontrar la intimidad y tranquilidad que buscan muchas estrellas de Hollywood.
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A partir de los años 90, los posteriores y actuales propietarios se encargaron de las sucesivas ampliaciones, fruto de la incorporación de parcelas aledañas, hasta conseguir una propiedad que se ha puesto a la venta recientemente por la nada desdeñable cifra de unos 75 millones de euros.
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La verdad es que las cifras apabullan, ya sea por el precio que su venta adquiere en el mercado como por la superficie que ocupa y todo lo que esconde esta impresionante propiedad. Por ejemplo, y para que te hagas una idea: la finca cuenta con una superficie de ¡64.750 metros cuadrados!, y en ella, además de la casa principal (que consta de nada más y nada menos que de 1.858 metros cuadrados), tienen cabida dos preciosas viviendas para invitados, una magnífica pista de tenis, caballerizas, dos pistas ecuestres y unos inmensos jardines por los que perderse andando o dando un paseo a caballo entre sus sinuosos senderos.
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Tal y como hemos comentado en esta sección en alguna ocasión, si hay algo que caracteriza a las grandes mansiones que se construyen, muy especialmente en California, es el eclecticismo, que se advierte no solo en la arquitectura, sino también en la decoración. En el caso que nos ocupa, podríamos hablar de un estilo de inspiración mediterránea, en el que predominan el blanco, los grandes ventanales, los arcos de medio punto o, en este caso, en un ejercicio de eclecticismo, apuntados o góticos, la piedra como material constructivo, revestimientos de mármol o cerámica, la proliferación de terrazas o porches… en definitiva, viviendas que viven hacia el exterior, eso sí, en un entorno capaz de guardar celosamente la intimidad de sus propietarios. ¿Quieres dar un 'paseo virtual’ por esta espectacular mansión californiana? No te pierdas nuestra galería de imágenes.