DISEÑO 'OUTDOOR'

Suelos de exterior: pisar sobre seguro

Se les pide belleza, pero también cualidades técnicas, como la durabilidad o un nulo mantenimiento. Descubre qué pavimentos pueden vivir al aire libre.

Por hola.com

Son parte esencial de nuestros espacios exteriores, ya que. además de crear planos visuales de gran impacto estético, deben adaptarse a las condiciones del lugar y al estilo arquitectónico.

Adaptado al entorno

Evidentemente no es lo mismo elegir un pavimento para una masía en el Empordà que para una casa en Ibiza. De la misma manera, un suelo para la zona de la piscina no requiere las mismas condiciones técnicas que uno para el porche. En este proceso de selección, tampoco nos podemos olvidar de nuestros gustos, ya que son los que tienen la última palabra.

Lee: Pavimento exterior: ¿madera o cerámica?

VER GALERÍA

El más duro del casa

Un espacio al aire libre está expuesto a las inclemencias del clima las 24 horas del día. Y, aunque las apariencias importan, los pavimentos para el jardín deben ser inalterables a la intemperie, inmunes al desgaste e incorporar distintos tratamientos que los hagan más fuertes y los mejoren técnicamente. Así, lo ideal es que sean antideslizantes, para evitar accidentes; incorporar, si se trata de madera natural, protección antihongos (cuperizado) o llevar los de barro un tratamiento de sellado, ya que al tratarse de un material muy poroso, absorbe la humedad.

Lee: Encuentra el suelo de exterior que te conviene

VER GALERÍA

Materiales sin miedo al exterior

Naturales, artificiales, fáciles de instalar o con obra… El universo de materiales de exterior es muy variado. La madera natural, especialmente la de teca, ipe e iroco, son muy empleadas. También la ‘madera tecnológica’, derivada del plástico o de aglomerados. El barro o la cerámica son dos clásicos, que revolucionan la escena con un nuevo aspecto más rompedor. Ideales para climas cálidos, aportan frescura y estilo. Mientras que la piedra natural resulta una apuesta segura en cuanto a estética y cualidades técnicas, sin pasar por alto las infinitas variedades disponibles, que permiten opciones para todos los gustos. Guijarros y cantos rodados son perfectos para caminos. Rápidos y fáciles de instalar, su mayor inconveniente es su limpieza.

A su lado el cemento, que puede teñirse y adaptarse a cada zona (ideal para una de relax). En color blanco nos trasladarán directamente a un paisaje ibicenco. O el césped (natural o artificial). Todo un reclamo, por su capacidad para ofrecer sensación de frescura. Además, el artificial es una buena alternativa para dar un toque de frescura a grandes terrazas urbanas.

Lee: El césped ya tiene competidores

VER GALERÍA

Solos o combinados

La diversidad que ofrece un jardín, nos ‘obliga’ a jugar con distintos materiales, para elegir aquellos que se adapten mejor a cada circunstancia y zona. Como norma general, la unión de la madera o la cerámica con elementos vegetales transmiten mayor sensación de espacio. Por su parte, jugar con la mezcla de madera y piedra o cerámica es un excelente recurso para delimitar las distintas zonas, por ejemplo, la piscina y el porche.

VER GALERÍA

La diversidad siempre es enriquecedora, siempre que se mantenga el equilibrio y la armonía con el entorno que la rodea.