Nos gusta el verano, como decía la canción, pero eso no implica sufrir sus peores efectos en nuestro estado y nuestra piel. Por este motivo, crear zonas de sombra en tu jardín es un requisito imprescindible, si quieres hacer vida fuera de casa, sin importarte la hora y el momento, ya que también por la noche estas soluciones te protegerán si hace viento o vives en un lugar frío.
La belleza al servicio de la funcionalidad
Las soluciones naturales (árboles, arbustos y trepadoras) son siempre una opción a tener en cuenta, ya que, además de integrarse a la perfección en el entorno, son verdaderos climatizadores, que refrescan el ambiente, lo perfuman, en muchas ocasiones, y permiten crear bellos planos estéticos, que establecen una comunicación directa con la naturaleza. A su lado, el mercado ofrece una gran variedad de propuestas que, sin olvidar su función principal, buscan ligereza, belleza y sintonía con lo que les rodea.
Reinterpretaciones que funcionan
Los diseños de las nuevas pérgolas buscan la integración con el ambiente, creando un juego de sombras, placentero y lleno de posibilidades y ampliando los metros del interior y convirtiendo un rincón del jardín en una habitación más de la casa, que puedes disfrutar también durante el invierno. De madera, acero o aluminio, hay modelos que reproducen la imagen e, incluso, la sensación, de los cañizos y los elementos naturales, pero con las cualidades y prestaciones técnicas de los materiales más resistentes e indicados para el exterior. Sin olvidar, los nuevos avances con lonas mucho más resistentes y mecanismos que se adaptan a nuestro estilo de vida y nuevas necesidades: lamas que se inclinan y se abren, según el momento, mediante un clic; estructuras inteligentes con sensores, etc.
Nuevos espacios
El sol, incluso el de las horas centrales del día, no debe ser un impedimento para hacer vida fuera de casa. La zona de sombra no sólo tiene que instalarse en el comedor o estar exterior, sino que debe extenderse a otros rincones, en los que queramos leer un libro, trabajar mientras los niños se bañan en la piscina o echar una siesta, mecidos por el ruido del agua. Para todas estas situaciones existen originales soluciones, que van desde los denominados ‘winter garden’, verdaderas estancias exteriores, hasta pérgolas autoportantes o piezas de mobiliario con toldo incorporado. Propuestas tremendamente prácticas y de bella factura estética.
Parasoles y sombrillas: el lado móvil de la sombra
Si antes eran el típico elemento playero, hoy, gracias a sus diseños y prestaciones, se han convertido también en una alternativa para nuestro jardín. Pueden trasladarse según el lugar, adaptarse a cada necesidad, dar el toque de color al exterior y jugar con el sol y sus luces y sombras.
Lejos de pasar a un segundo plano, los nuevos modelos no se dejan amilanar por pérgolas y toldos, y se muestran orgullosos de su imagen. Además, algunas incorporan funciones auxiliares, como una mesita o un asiento, tienen luz o juegan con su altura y sus dimensiones, para aprovechar al máximo su potencial.