En la decoración, como en la vida, las pequeñas cosas y los detalles poseen gran importancia, a pesar de su tamaño, insignificante, en ocasiones. En este tema, reclamamos su papel protagonista en nuestras casas, por su capacidad transformadora y su poder para dar vida, donde no la hay, o crear equilibrio, donde reina el desorden.
Queridos secundarios decorativos
Una casa de revista. Esto es lo que siempre quieres conseguir, pero no sabes cómo. A veces se trata de viviendas espectaculares en su arquitectura y con un diseño interior impecable, pero otras son casas con ‘charme’, con estilo propio. Ese estilo es el que las diferencia y las hace únicas. Como son casas de revista, hemos pedido que una estilista de decoración nos haga de hada madrina y nos enseñe sus trucos mágicos. La estilista Paloma Pacheco Turnes, amante de la decoración con mayúsculas y colaboradora en muchos medios del sector, nos da esos puntos para transformar a Cenicienta en una verdadera princesa. “Siempre se lo explico a mis alumnos. El trabajo del estilismo consiste en crear una armonía estética alrededor de un escenario. Se trata de transformar con las cosas que te entran en un coche: cojines, ropa de cama, cortinas, lámparas, jabones, jarrones, flores…”.
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Decoración efímera
Pasajera y estacional, pero también fundamental a la hora de dar estilo y proporcionar sensación de hogar, creando viviendas donde te apetezca quedarte y compartirla. Los secundarios nos permiten alegrar un espacio triste y anodino; proporcionar ‘limpieza’ visual a un espacio recargado y asfixiante; crear sensación de frescura de cara al verano o calidez en invierno. “La decoración cambia el espacio de forma permanente o por un largo periodo de tiempo, pero con los detalles de estilismo transformamos, sobre todo, el corazón. Si no hay vida, por más bonito que resulte en sí el espacio, no te va a decir nada, no vas a sentir con él”, afirma Paloma.
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Textiles: colaboradores esenciales
Cojines, cortinas, ropa de cama, alfombras… Los textiles son, sin duda, esos elementos que te ayudan a dotar de ‘alma’ a tus espacios. Su poder es inmenso, sólo hay que ver cómo un sofá normal, con un diseño discreto, puede dar mucho juego simplemente poniendo en él, no uno sino muchos cojines. De la misma manera, un dormitorio bonito, puede convertirse en espectacular si las cortinas se balancean con el viento, dejando pasar la luz; o los tejidos de la colcha o los colores de los almohadones son una clara invitación al descanso y ofrecen la viva imagen del relax y el buen gusto.
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Pinceladas de color y calidez
Plantas, flores, jarrones, fotos, cuadros, velas… Son esos toques que ayudan a dar estilo, calidez o luz a los ambientes. Un centro de tulipanes en un rincón o sobre una mesita nos transmite frescura y energía positiva, independientemente de la belleza estética que produce. De igual forma, un adorno en un tono llamativo aporta un toque de color y vida; o una obra de arte dota de sensibilidad y personalidad.
“Por eso, gustan tanto las casas que se publican, porque poseen, además de belleza estética, belleza sentimental. Préstales atención, ya que todos estos detalles son capaces, incluso, de conseguir que quieras más estar en casa porque te sientes más a gusto y cómodo en ella”, finaliza Paloma.
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