Hoy reclamamos el poder de las sillas de comedor. ‘Ninguneadas’, en muchas ocasiones, por la fuerte presencia de la mesa o de algunos auxiliares, no se les suele dar la importancia que tienen. Evidentemente, no se les discute su función práctica, pero apenas se percibe su poder estético. Verdaderas aliadas de la decoración, son capaces de transformar ambientes con su sola presencia. Camaleónicas y atractivas, hay modelos que son referentes de diseño (Bertoia, Ghost, Panton…).
Bien acompañadas
La variedad de materiales, formas y colores pone a nuestro alcance un universo de posibilidades, que se adapta a cada estilo decorativo y condiciones del espacio. Cumplen el principio de la unión hace la fuerza, tanto entre iguales como mezclando modelos diferentes, para aportar dinamismo al conjunto.
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Cuestión de espacio
A la hora de elegirla, no basta con fijarse en su aspecto sino que hay que tener en cuenta que el tamaño importa. Piensa en esas mesas llenas de sillas, donde no hay ni un centímetro libre a su alrededor, un claro ejemplo de cómo empequeñecer el espacio sin necesidad. Ten en cuenta que una silla suele ocupar unos 50 centímetros, evidentemente esta medida varía según el modelo, si incorpora brazos o no, si apuesta por las líneas rectas y estilizadas o redondeadas… Aunque tu mesa sea grande, es mejor dejarse llevar por ‘el menos es más’ y poner cuatro en lugar de seis, por ejemplo, y dejar las ‘sobrantes’ estratégicamente situadas, junto a la chimenea, al lado de una ventana, etc. Esta opción es mucho más cómoda, ya que si llenas de sillas el espacio, cuando os vayáis a sentar todos a la vez, puede resultar algo complicado.
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El juego de las sillas
Un juego, así es como debe plantearse la mesa de comedor y sus alrededores. Sin perder de vista los aspectos prácticos que mencionamos en el epígrafe anterior, llega el momento de ‘vestir’ esta zona de la casa. Antes de empezar, has de tener en cuenta si comparte espacio con el salón o es independiente. Puedes armonizar todo el ambiente, usando el mismo estilo o material, o crear una especie de ‘isla’, que mantenga su propia personalidad. Madera, metales, ricos tapizados, cuero, fibra de vidrio, resina… La diversidad de materiales permite, junto con el diseño, una mejor adaptación al estilo que se quiere imprimir: clásico, moderno, contemporáneo, industrial, ‘glam’… Además, para aligerar el conjunto intenta evitar los respaldos altos y los modelos con brazos, ya que ocupan más.
Puesta en escena
Montar la escenografía de la mesa de comedor exige cierto ejercicio estético. Se puede ir sobre seguro y crear una composición armoniosa, empleando el mismo modelo de silla; dar un toque personal y jugar con el mismo material (madera, por ejemplo) pero en diferentes diseños; o apostar por el ‘mix & match’ y mezclar estilos, colores, materiales y formas en un juego decorativo, lleno de fuerza visual.
En este último caso, resulta muy importante conseguir que el conjunto respire armonía y equilibrio, no se trata de hacer un cajón de sastre sino de imprimir carácter a esta zona. Por este motivo, lo ideal es no combinar más de tres modelos diferentes, usar siempre un hilo conductor (el material o el color) y poner orden con los diseños menos extravagantes.