Las plantas y las flores nos transportan directamente a la naturaleza, produciéndonos las mismas sensaciones (tranquilidad, optimismo, frescura e inspiración) que nos provoca un paseo por el bosque o una siesta bajo un árbol.
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Efectos inmediatos
Son capaces de elevar nuestro estado de ánimo, poner calma a los momentos más complicados y aliviar el estrés en situaciones determinadas. Encierran el poder de una clase de yoga o la determinación de una sesión de ‘coaching’. Además, su poder no entiende de variedades ni de belleza, porque en esencia son bellas todas. Y como se dice de los niños: no hay planta o flor fea, en todo caso exótica.
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Alto poder decorativo
En decoración ponen un punto alegre y fresco, que vinculamos siempre con el espíritu de la primavera: caprichoso y juguetón. Sin olvidar, su elegancia innata, esa que es capaz de dar un aire chic a los espacios, de una forma natural y sin artificios. Además, no hay estancia que se les resista. Desde el salón, pasando por el dormitorio, la cocina y el baño. Son una buena opción en todas ellas, ya que en cada una imprimen su toque especial.
Puedes incluir pinceladas sutiles colocando una o dos plantas en alguna habitación o crear un verdadero jardín en una de tus estancias, situándolas por decenas: pequeñas, medianas o grandes. Eso sí, para no saturar, juega con las tres alturas, así obtendrás un mayor dinamismo. Respecto a la forma de integrarlas, opta por colgarlas, colocarlas en los muebles o dejarlas en el suelo. Cualquier opción es válida, aunque ten presente, por ejemplo, que las composiciones en vertical resaltarán más en estancias espaciosas y de techos altos. En la cocina son un gran acierto los jardines verticales, usa especies como la albahaca o la menta, que, además, luego puedes incorporar a tus platos.
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Sobre plantas y flores
Sí a las plantas y flores naturales porque oxigenan y purifican nuestro aire, humidifican, hidratan, dan y transmiten vida. Además, la falta de tiempo o de habilidades ya no son excusa, debido a que hay especies fáciles, aptas para principiantes, que apenas requieren atenciones especiales. Sólo tienes que apostar por plantas como el ficus, el aloe vera, la orquídea (aunque no lo creas) y los cactus, con su gran variedad de colores y formas.
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Pero tampoco cerramos la puerta a las artificiales, porque aunque no poseen las cualidades físicas de las naturales, cuentan, sin embargo, con el mismo poder en cuanto a las sensaciones que transmiten y los efectos decorativos que crean.
Contenido y continente
En la decoración con plantas para el interior entran en juego dos aspectos: el contenido o la planta o flor elegida y el continente o el recipiente que la alberga, ya que influye en el resultado y acentúa la belleza del conjunto. Así, un jarrón con el mismo color que las flores aporta sutileza y elegancia, mientras que un recipiente ‘vintage’, proporciona un toque campestre, muy de campiña.
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Desde jarrones de cristal, que te permiten visualizar toda la planta, hasta cerámicos con formas redondeadas; macetas de tamaños y colores distintos (ojo al tono plata), u otros tan originales, como una cesta, recipientes de zinc, metálicos con aire ‘retro’, botes o botellas reciclados. En definitiva, un universo lleno de poder decorativo.
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