Piezas con el corazón de metal
Acero, hierro, aluminio… se apoderan de distintos elementos de la vivienda, mostrando su faceta más actual y urbana. Bellas en su sencillez, transforman las estancias con su presencia.
Los metales (acero, hierro o aluminio) han sido buenos aliados en el hogar. Tanto en la cocina, por su fácil limpieza e higiene, como en el exterior, por su resistencia a las condiciones climatológicas y su durabilidad. Ahora, también se apoderan del resto de las estancias, mostrando el lado más actual de la decoración. Mesas, lámparas, sillas o cómodas son algunas de las piezas metálicas que más salida tienen en la decoración de hoy en día.
Cuando lo simple es bello
Muy ligeros, son capaces de ‘desahogar’ una habitación con su sola presencia. Además, poseen dos ventajas añadidas: su durabilidad y su escaso mantenimiento. Su vida útil es muy larga y resultan fuertes y resistentes a los golpes y los arañazos. Posiblemente, te canses tú antes de ellos, que ellos de ti, ya que parece que por los metales no pasan los años.
Solos o (bien) acompañados
Brillan por sí mismos, pero, sin duda, son perfectos comodines con otros materiales, creando composiciones tremendamente elegantes y muy actuales. Etiquetados como ‘fríos’, en unión con la madera o el cuero, adquieren calidez extra, mostrando su lado menos conocido, pero más ‘hot’. Con el cristal crean un binomio perfecto, ya que aligeran los espacios, multiplican los metros y potencian la luminosidad, sin perder nunca la elegancia. Mientras que el plástico también ha encontrado en ellos un aliado estético importante, capaz de recrear un ‘look’ con ciertos aires futuristas.
Poder camaleónico
A sus cualidades técnicas, hay que sumarle su capacidad para transformarse e integrarse en distintos estilos decorativos. Y lo hacen sin miedo a asumir, en ocasiones, un papel secundario dentro del ambiente. El hierro, el acero y, en general, todos los metales desgastados encuentran su razón de ser en el estilo industrial, ya que se sienten libres en los espacios tipo ‘loft’, la sencillez de la decoración y las paredes de ladrillo con las tuberías y la columnas metálicas a la vista. Pero tampoco se sienten fuera de lugar en ambientes ‘glam’, donde los metales brillantes, en oro y plata, aportan su dosis de lujo y sofisticación. O en atmósferas ‘Mid- Century’, en unión con la madera y el cuero añaden luz y esplendor en las estancias.
Luminarias que son esculturas
O esculturas que poseen luz. Los metales, solos o en combinación con otros materiales, crean un binomio perfecto con la luz, del que salen piezas únicas, extraordinarias y visualmente impactantes, con juegos de luces y sombras. Además, ofrecen un universo que se adapta tanto a estilos más clásicos como modernos, sin olvidar el rústico actualizado.
Las lámparas en hierro o acero adquieren bellas formas, que revisan diseños antiguos y los llevan al siglo XXI, o apuestan por modelos innovadores en su forma y fondo.