En esta época donde la cocina, en todas sus facetas, tiene una fuerte presencia en nuestras vidas (sólo hay que contabilizar los programas televisivos en la que es protagonista), asistimos a un proceso de profesionalización de la misma. Una transformación que afecta tanto a las recetas –los platos de toda la vida se renuevan– como al propio espacio. Limpias visualmente, organizadas y bien equipadas, son una de las estancias con más peso desde el punto de vista del interiorismo.
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Cambios positivos en el lugar trabajo
Que logran ambientes despejados y cómodos. Se conciben como espacios prácticos al servicio de las nuevas necesidades. Ya no se trata sólo de cocinar sino que se busca el toque gourmet y diferente, con platos elaborados, sencillos o no, donde crear nuevas experiencias para el paladar. Por ello, el mobiliario, la distribución y los electrodomésticos se ponen al servicio de este nuevo concepto, con el fin de facilitar la tarea diaria.
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Una estética depurada y ‘limpia’
Acero y madera (‘of course’) y, si hay que elegir un color, el elegido es el blanco, combinado con tonos oscuros y especialmente a dúo con el negro. Respecto a las líneas, las futuristas, con formas curvas y orgánicas, la ausencia de tiradores y los diseños audaces nos ayudan a recrear esta nueva imagen. Y todo ello aderezado con encimeras despejadas, para poder trabajar cómodamente, y los útiles organizados y a mano. Se presta especial atención al almacenaje y orden interior: no se trata de ir a buscar una cacerola al otro extremo de la habitación y de revolver entre tapaderas y sartenes sino de tener lo necesario en el sitio idóneo y localizado de un simple vistazo. Sin olvidar, la iluminación, especialmente en las zonas de trabajo.
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Distribuciones donde trabajar y sentirse a gusto
Porque para cocinar bien debes poder moverte, no forzar la espalda, evitar desplazamientos innecesarios, resbalones… Por eso, todo debe estar perfectamente milimetrado. Por ello, el recorrido entre las distintas áreas de trabajo –aguas, cocción y frío– debe reducirse al máximo, para simplificar las tareas cotidianas. El diseño de las cocinas actuales sitúa, por ejemplo, los hornos y microondas a 90-100 centímetros del suelo, para que la espalda no sufra al meter o sacar una fuente. Apuestan, también por suelos fáciles de limpiar (nadie quiere estar todo el día con la fregona) y antideslizantes, que garanticen poder moverte sin riesgo a caerte.
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A toda máquina: electrodomésticos ‘10’
En el nuevo universo de la de cocina, los electrodomésticos ocupan un lugar primordial, ya que contribuyen a hacernos la vida más cómoda y el trabajo más fácil. Desde campanas silenciosas, con una capacidad de absorción excepcional, que ajustan su potencia a lo que cocinan y se desconectan cuando se apaga la vitrocerámica; pasando por placas que combinan varios tipos de cocción (los cocineros no olvidan el gas) y permiten ajustar el tamaño del recipiente; hasta hornos de vapor o útiles calientaplatos, dos aparatos ‘top’ en las cocinas profesionales.
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Griferías de cocina: mucho más que un simple detalle
Lavavajillas que se adaptan a tus necesidades
Nuevas lavadoras, nuevas prestaciones
Y, por supuesto, integrados. La clave está en sentirlos, pero sin verlos. Las cocinas de los restaurantes buscan la fusión con sus elementos. Puedes ‘camuflarlos’ con la estética del espacio u optar por la integración total. De manera, que tras una puerta de armario se encuentre el lavavajillas, por ejemplo. Un concepto que contribuye a mostrar una imagen ‘limpia’ e higiénica de esta estancia.