Año nuevo… Tendencias decorativas nuevas
Cuatro estilos definen la casa del 2016: la elegancia clásica, la sofisticación de los metales, la alegría del color y la belleza de lo natural. La inspiración llama a tu puerta. ¿La dejas pasar?
Vienen dispuestas a dar un toque chic y personal a la casa y no tienen intención de desaparecer. Son cuatro, pero no son las únicas, ya que conviven con estilos como el nórdico (una tendencia que sigue viva y cada vez con más seguidores). Conócelas y descubre sus señas de identidad.
Clásico con espíritu del siglo XXI
La elegancia del clasicismo se apodera de los espacios y lo hace rejuveneciendo su imagen. Esta tendencia realiza una especie de ‘lifting’ decorativo, que mantiene intacta la esencia original, pero actualizándose y poniéndose al día. El resultado es un estilo atemporal, más fresco y menos formal. Para conseguirlo, se combina mobiliario actual, piezas ‘vintage’, arte contemporáneo, arquitectura señorial… Una mezcla llena de posibilidades, que encierra ‘charme’ y buen gusto en cada rincón.
Territorio metalizado: el brillo ha vuelto
¡Viva el dorado! El triunfo de los metales es un hecho en sí, porque no sólo hablamos del oro, sino también de la plata, el bronce o el níquel. Sofisticados, bellos y elegantes, resultan, además, tremendamente versátiles. Son idóneos tanto en un ambiente clásico, como en uno actual, ya que a todos ellos ponen una nota personal y chic. Si se combinan entre ellos de forma armoniosa se logran resultados espectaculares y con materiales como cristal o piedra sacarán su lado con más ‘glamour’. Con el blanco impoluto forman una pareja ‘trendy’ y con el gris y el púrpura son la elegancia personificada. Eso sí, tampoco hay que pasarse. La clave está en el equilibrio. Por este motivo, para no recargar las atmósferas, lo ideal es apoyarte en una decoración ligera y simple, que potencie la belleza del metal sin caer en artificios ni ostentaciones. Recurre a piezas (mantitas o alfombras) de pelo y disfruta de su poder.
A todo color: el poder de la transformación
Sin complejos, sin miedo y sin moderación. Rojos, amarillos, naranjas… ponen la nota más desenfadada a tus ambientes. No hay límites a su capacidad para transformar las estancias en espacios alegres, optimistas y con sentido del humor. Se trata de colores que llenan de luz y energía los espacios. En piezas de líneas sensuales y curvas, luce su cara más gamberra, mientras que con formas sencillas y puras, la más convencional, dentro de lo convencional que puede lucir un tono fosforito e intenso. Con la madera encuentran calidez a su frialdad, mientras que con acero o cristal, un encantador ‘estilo libre’, tremendamente sofisticado. Aptos para aquellos que temen aburrirse y que están hartos del minimalismo y la contención. ‘Be happy!’.
La naturaleza se instala en casa
Y lo hace en dos vertientes distintas, aunque complementarias. Por un lado, la madera o las fibras naturales, como el bambú o el mimbre, se apropian de mobiliario, alfombras y complementos, haciendo suya la filosofía de respeto al medio ambiente y amor por las cosas verdaderas, hechas a mano y con ‘alma’. Mientras que el otro se inspira en la naturaleza, tomando como referencia la fauna (cabezas, esculturas y cuadros de animales) y la flora (murales y telas) más salvaje, creando estancias visualmente impactantes, llenas de fuerza.
Esta forma de atrapar lo natural dentro de la vivienda logra una vuelta a los orígenes, a lo sencillo, una tendencia que nos permite protegernos del ritmo acelerado y frío de la urbe y nos envuelve en su calidez.