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INSPIRACIÓN DECO

Guía para utilizar el color en la decoración de tu casa

Ponemos color (o no) a las estancias para esculpir formas, dar volumen y, en el fondo, reflejar nuestro estado de ánimo. ¿Cuál es tu tonalidad esta temporada?


15 de octubre de 2015 - 12:31 CEST

Para los que temen arriesgar y ven la vida en neutro; para los atrevidos, aunque sólo sea en los detalles; para los que necesitan una casa que vaya con su nuevo estilo; para los que necesiten un subidón de energía… Hay un tono para cada persona, estado de ánimo o tipo de espacio. El secreto está en encontrar el tuyo o el de tu vivienda. Hemos preparado un cursillo rápido, con todo lo que has de tener en cuenta, y las últimas tendencias.

Neutros: un amor correspondido

Son aquellos colores a los que se les puede aplicar otros más fuertes y dar rienda suelta a la imaginación. No son egoístas y ceden todo el protagonismo, para que destaquen los muebles, los objetos y las telas. Desde el blanco (qué haríamos sin él) hasta el carbón o el chocolate (sí, sí estos también son neutros) pasando por el piedra o el convencional crema. Al combinarlos entre sí, especialmente los más cálidos (ostra, piedra o arena) obtendrás un resultado sofisticado y lleno de glamour.

Este lienzo neutro nos permite jugar con la creatividad y arriesgarnos con estampados y motivos. Los tonos claros amplían los metros, expanden la luz y resultan visualmente ‘limpios’ e higiénicos. Los más intensos son cálidos y llenos de fuerza visual. Aunque lógicamente estos tonos oscuros son más recomendables para espacios de grandes dimensiones, lo primero que debes preguntarte es el uso de esa estancia: “así, si sueles utilizarla para relajarte por las noches. Verás como pintarla de un tono neutro oscuro y añadir una iluminación tenue creará un ambiente evocador e intenso”, puntualizan desde Bruguer (bruguer.es).

Al combinar distintas tonalidades e intensidades de neutros logras ambientes evocadores, llenos de sofisticación, como ocurre en esta propuesta de Bruguer (bruguer.es).
Al combinar distintas tonalidades e intensidades de neutros logras ambientes evocadores, llenos de sofisticación, como ocurre en esta propuesta de Bruguer (bruguer.es).

Todo al blanco

Sigue siendo el ‘as en la manga’ de cualquier estilo decorativo y, a pesar de lo que pueda parecer, no es un color frío siempre que “se juegue con las texturas y los materiales. Unas paredes blancas dejan de ser frías si las añades un pavimento de mármol, carpintería y unas cornisas blancas. Así, a través de la mezcla se logra imprimir calidez”, aconsejan desde Ramisa Projects & Fun (ramisaprojects.com).

Actualmente se busca una sintonía y concordancia entre todas las estancias de la casa. Y en esta búsqueda el blanco es, sin duda, una apuesta segura: aporta sensación de bienestar e inunda de luminosidad todos los rincones. Perfecto en decoraciones clásicas, triunfa también en las más actuales y ha encontrado en el nórdico un aliado. “En la decoración escandinava el mobiliario juega un papel transcendental. Para crear calidez y resaltar la tranquilidad el ambiente, añade accesorios con textura, como una luz colgante, y apuesta por la madera en todas sus formas”, recomiendan desde Bruguer.

El estilo nórdico encuentra en el color blanco un verdadero aliado. De House Doctor en Estilo Nordico (estilonordico.com).
El estilo nórdico encuentra en el color blanco un verdadero aliado. De House Doctor en Estilo Nordico (estilonordico.com).

Las posibilidades de los tonos oscuros

Visualmente impactantes, la luz y los metros son dos de los requisitos que necesitan para triunfar y lucir como deben. Por este motivo, resérvalos para estancias de grandes dimensiones, luminosas y, preferiblemente, orientadas al sur. Los tonos oscuros aportan viveza e intensidad a los espacios. Además, poseen la capacidad de imprimir personalidad y carácter. Por eso, si no quieres renunciar a ellos ni siquiera en las habitaciones más pequeñas, pinta una pared o introduce una pieza clave (un sofá, por ejemplo) en este tono. El resultado resulta tremendamente evocador y especial.

Esta tonalidad rojiza contribuye a crear una atmósfera suave y sosegada. De la colección Everyday Beauty de Jotun.
Esta tonalidad rojiza contribuye a crear una atmósfera suave y sosegada. De la colección Everyday Beauty de Jotun.

La inspiración se pinta de…

Verde, naranja, azul y amarillo. Y, si seguimos la máxima del arquitecto Karim Rashid también de rosa (el nuevo negro según el diseñador). Realmente son todos los colores que despiertan emociones, transmiten algo y son capaces dotar de vida hasta al espacio más anodino y gris. El verde, pura relajación, se vincula siempre con el equilibrio y la armonía; el azul, con efecto sedante y refrescante, ayuda a la introspección y a la concentración; el naranja y el amarillo son la energía y el positivismo hecho color. Ideales en pequeñas dosis, son aliados perfectos de accesorios y telas.

El verde aporta equilibrio y vitalidad y saca lo mejor de sí con la madera oscura y el color blanco. De Ikea (ikea.com).
El verde aporta equilibrio y vitalidad y saca lo mejor de sí con la madera oscura y el color blanco. De Ikea (ikea.com).

Tremendamente ligados a las emociones, las tonalidades adquieren distintas caras y posibilidades, además, como apuntan desde Bruguer “el color no es una ciencia exacta, puesto que dependiendo de su intensidad se convierte en un tono frío o cálido, modificándose, así, su origen”.

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