Lo reconocemos, somos fans absolutos de ellas. Nos gustan porque son elegantes, porque nos encanta sentarnos sobre ellas y ver la tele o disputar una partida de Cluedo las tardes de domingo. Si tú tampoco puedes pasar sin ellas, no te pierdas nuestros consejos y la galería de imágenes.
Parte de la decoración
Una alfombra influye en el resto de la decoración. Por ese motivo, has de elegir bien, para que no cause el efecto contrario al que deseas.
Respecto a lisa o en colores, piensa que las telas y el mobiliario son fundamentales para su elección y que, incluso, en ocasiones la tonalidad de la pared, puede influir en el resultado final. Los tonos neutros siempre darán tranquilidad, mientras que los colores pondrán la nota más alegre y vitalista, dándole mayor protagonismo. ¡Ten cuidado si tienes tapicerías o cortinas con estampados! Si los otros textiles son estampados, elige una lisa para no recargar el espacio, mientras que si son lisos, puedes mantener el equilibrio con un modelo liso o ser más atrevido y apostar por flores, rayas, cuadros… ¡Todo vale!
Un recurso decorativo con mil caras
Son uno de los complementos preferidos por los interioristas y si antes el invierno era su territorio por excelencia, ahora su empleo no sabe de estaciones del año. Ayudan a delimitar ambientes dentro de un mismo espacio, protegen las zonas de mucho uso, aíslan térmicamente, llenan de calidez los ambientes…
Resulta muy practica para diferenciar la zona del estar del comedor, distinguir un lugar de una estancia o dar más profundidad a un dormitorio o un pasillo. De esta forma, en un pasillo largo combina varias alfombras para ‘acortarlo’, mientras que si se trata de uno corto, una gran alfombra larga contribuirá a darle mayor profundidad.
Formas y materiales
La eterna pregunta es ¿naturales o sintéticas? Y aunque no lo parezca no hay una contestación rotunda. Las de lana son un clásico que nunca pasa de moda y cada año se reinventan mostrando una versión nueva. Realizadas de forma artesanal, son verdaderas joyas.
Mientras que los materiales sintéticos, entre los que hay que incluir el PVC o el vinilo, están haciéndose un hueco en este universo gracias a su resistencia y a su colorido. A su lado, hay que hablar de los nuevos materiales eco, como el bambú o el yute, que ponen la nota más natural a tus ambientes y que son, en muchos casos, antialérgicos.
Sin olvidar, los kilim o las ‘boucherouites’ (unas alfombras marroquíes hechas con materiales reciclados), dos apuestas con personalidad propia y una historia que contar. ¿Quizás también con la magia de volar?
En busca del modelo perfecto
A veces la primera impresión es la que cuenta y se produce el flechazo nada más verla. Cierra los ojos y visualízala en tu salón. ¿La ves? Después, saca a relucir tu lado más práctico y pon a trabajar dimensiones y colores. A la hora de elegirla, siempre debe guardar proporción con los sofás, en el caso del estar, o con las sillas, para que no se salgan, en el del comedor.
Con ella también se cumple la regla del impacto del color según las dimensiones. Así, en una habitación pequeña, resulta más adecuado que optes por una alfombra clara, de la misma manera que en una estancia amplia, un modelo oscuro ‘acercará’ los objetos, aportando una nota de cercanía, mucho más agradable.