Ocultan más de lo que enseñan. Camaleónicos, los muebles y accesorios con más de una función se convierten en los ayudantes ideales para la escasez de metros en toda la casa, incluidos el baño y la cocina. Su aspecto y su uso cambian en función de las necesidades del momento, recordándonos que muchas veces lo menos es más. Repasamos aquellas piezas infalibles con más de una cara… ¡Y función!
Un clásico: el sofá cama
Es, sin duda, una de los muebles de doble uso con más éxito. Muy práctico, se convierte en la opción perfecta cuando tienes invitados, la familia viene de visita o tu hijo decide hacer una fiesta pijama. Además, los nuevos modelos han dejado atrás su principal lastre: la incomodidad. Ahora son confortables, perfectos para largas jornadas frente al televisor, pero también para dormir ‘a pierna suelta’ toda la noche.
Muchos de ellos poseen espacio para guardar la ropa de cama y algunas firmas te ofrecen la capacidad de elegir el colchón, para que adquieras el que mejor se ajuste a tus gustos. Sin olvidar su estética. Actualmente son capaces de integrarse en todos los estilos decorativos, lejos queda ya esa imagen algo ‘cutre’, ya que han conseguido no distinguirse del resto de sofás.
Puedes encontrarlos en sillones, pufs o en modelos de cuatro plazas, ofreciéndote una cama individual o de matrimonio, según lo requieras.
Con capacidad extra
Mucho más que una mesa de centro, podemos hablar de un contenedor para la mantita del sofá, un revistero, un espacio para guardar los mandos, etc. Muebles que ofrecen muchas posibilidades en el hogar y permiten desahogar el espacio de otras piezas, creando ambientes poco recargados y más ‘limpios’. Las opciones son muy variadas. Así, encontramos mesas de centro con cajones o gavetas, con repisa debajo o con el sobre elevable, para que puedas comer en ella más cómodamente.
Disponibles en distintas medidas, son capaces de dar solución tanto a problemas de pocos metros como de espacio de almacenaje. Para que sea más ligera, elígela en materiales como hierro o aluminio, en maderas claras o blancas y con el sobre de cristal.
Mesas que dan mucho juego
Las mesas nido son otra buena solución. Estas mesitas que se integran bajo la de mayor tamaño es un buen recurso, ya que te brinda zonas de apoyo según lo necesites. Si necesitas una superficie de apoyo en una comida o celebración, para dejar los vasos en una partida de cartas o junto al sofá para dejar el libro y colocar una lámpara.
Mientras que las mesitas auxiliares apenas ocupan, pero pueden ‘salvarte’ en el día a día, ya que al poderlas desplazar fácilmente, puedes emplearlas en las distintas estancias de la casa como mesilla de noche, para colocar la impresora en el despacho o para las cenas de diario en el sofá del salón.
Piezas que dan de sí
Si hay un ingrediente que no puede faltar en la decoración es la creatividad. Por este motivo, los fabricantes, apuestan por piezas que tengan más de una función, lo que te permite rentabilizar los metros y la compra. Hay baúles que son a la vez cómodos asientos o una mesa de centro; mesas que triplican su superficie al sacar su anexos escondidos; percheros que cuentan con baldas; camas con arcón o ‘chaise longue’ con canapé donde guardar mantas y edredones.
Otra opción es darle una vuelta a tus muebles y diseñar tú piezas a la medida de tus necesidades. Así, una propuesta muy habitual y práctica en cuartos infantiles y juveniles es habilitar la cama para que haga de sofá durante el día. Para conseguirlo simplemente bastará con incorporar cojines y distribuirlos adecuadamente.