Enamora en el primer instante: desde que traspasas la verja del jardín y ves una vegetación desbordante y magnífica, un pabellón de verano y una casita en el árbol. Después, al abrir la puerta de entrada, una escalera que mira al cielo nos atrapa entre sus curvas. El proyecto realizado por Sara Folch Interiores Design (sarafolch.com) combina funcionalidad y elegancia, con un cierto toque californiano: fachadas imponentes, grandes dimensiones, lujo contenido, jardines paradisiacos, columnas…
Situada en Marbella, esta vivienda familiar de 1.500 m2 que tardó en construirse tres años, se distribuye en tres plantas: ocio, social y privada. En la inferior se encuentra, además del garaje, el gimnasio, el spa, la bodega y la cocina. En la principal se situó la zona social con el salón, el comedor, la cocina, el despacho, la biblioteca, la sala de TV y diferentes terrazas, completamente equipadas. Mientras que en la parte superior se encuentra el área privada, que consta de cuatro habitaciones infantiles y una de invitados, cada una de ellas con su baño y vestidor; sala de juegos y suite principal con dos baños, dos vestidores (uno femenino y otro masculino) y zona de despacho. Para moverse más cómodamente por las tres plantas hay dos ascensores, uno de ellos en la habitación principal.
Señorial y moderna, al mismo tiempo, esta casa se deja llevar por el estilo californiano y se muestra realmente espectacular en todas sus caras. Una fachada más clásica nos introduce en un universo de materiales nobles (mármol, madera…) y colores grises, arenas y verdosos, que ponen, sin duda, un toque actual.
Otro de los aspectos que definen el interiorismo son las telas (cortinas, visillos…) de firmas italianas y londinenses. Juegos de texturas y de colores, que aportan calidez y vida propia a las estancias, con ricos matices y combinaciones. “Los tejidos y las texturas son una de mis señas de identidad. Con las telas personalizo mucho la casa: más fresca, en verano, más cálida en invierno. Un juego que se siente en el resto”, cuenta Sara Folch.
Si hubiese que definir el estilo presente en las distintas estancias, podríamos hablar de una decoración ‘neomoderna’. Es decir, ni clásica ni moderna, sino que se trata de una casa hecha a medida para sus inquilinos. Cuidada hasta en el mínimo detalle, todo está creado a la medida de las necesidades y gustos de sus moradores, incluso los muebles son diseño de Sara Folch Interior Design, por lo que se adaptan a los distintos ambientes como un traje.
Además, es capaz de evolucionar con sus moradores. Así, las habitaciones infantiles deben ser capaces de adaptarse, con el cambio de colores simplemente, al crecimiento de los niños y dar respuesta a las distintas necesidades de cada edad.
“Ante todo, busco que sea una casa cómoda, funcional y atemporal, que siga gustando dentro de 10 años y que vaya evolucionando. Al embarcarme en un proyecto busco, primero, la funcionalidad, y después la elegancia, entendida como una elegancia atemporal. Y a estos dos principios aplico el estilo del cliente, que se adapta a la perfección con ambos”, comenta la interiorista.
La iluminación es también fundamental a la hora de recrear atmósferas. Compuesta en su mayoría por Leds, se ha diseñado al milímetro de cada espacio, con los grados exactos, capaces de aportar calidez, crear una luz para leer, etc. Y para completar un sistema domótico que permite controlar cómodamente los distintos elementos de la vivienda.