Equipar y decorar el cuarto de un adolescente es una tarea difícil. Ellos saben lo que ‘no’ quieren, tienen claro los posters y fotografías con las que quieren forrar las paredes, pero les falta materializarlo en el espacio. Y es justamente en ese punto donde entras tú. Debes buscar el equilibrio entre lo que él quiere y lo que necesita, para que su “refugio” (en esta época su dormitorio es su lugar preferido) no se convierta en una verdadera “leonera”. ¿A su gusto? Sí, pero idóneo, también, para estudiar y descansar. Para conseguirlo, llega a un acuerdo con él.
Su opinión importa…
… ¡Y mucho! Es su cuarto, por lo tanto tiene que adaptarse a sus preferencias en colores, objetos o estilo y reflejar sus hobbies (fútbol, cine, música…). Debe sentirse cómodo en él, ya que (la experiencia lo confirma) a partir de los 11-12 años su cuarto se transforma en su lugar preferido de la casa. Allí, va a estudiar, oír música, ver la tele, charlar con los amigos, conectarse con el ordenado o leer (incluso) un libro. Vamos, allí va a hacer todo, si le dejas cenaría también en su mesa de escritorio. Por lo tanto, tiene que ser cómodo, muy cómodo, para que se sienta a gusto e identificado con el espacio.
Normalmente, la distribución que tenía el cuarto anteriormente es válida también para el juvenil, incluso puedes aprovechar el mobiliario (todo o parte), siempre que no se tratase de muebles muy infantiles. Para estos casos, donde la base de la decoración era muy neutra, es decir, sus paredes no eran rosa ni tenían una cenefa de hadas, bastará con darle un aire nuevo con los complementos y las telas. Si su habitación era el de una verdadera princesa o príncipe, no te quedará más remedio que empezar de cero. Planifica pensando en cuatro principios: descanso, estudio, almacenamiento y ocio. Adaptas estas premisas a los metros y la forma del espacio y empieza a diseñar.
Empieza por la cama
Si elegiste una tamaño 'XS' para que se sintiera protegido, ha llegado el momento de cambiarla. Necesita una cama de, al menos, 90 x 190 cm, para que se pueda mover, estirar y no tenga los pies colgando. Piensa que si no hay espacio suficiente para poner un sofá, la cama funciona como tal.
En esta etapa los amigos son parte esencial de su vida, por eso querrán que se queden a dormir, para lo que necesitarás una cama extra. Si tienes espacio, pon dos camas, si no, opta por un modelo nido o una litera.
Rincón de estudio
Si antes necesitaba una zona para jugar, ahora la prioridad es tener una de estudio para hacer los deberes y preparar exámenes. Elige una mesa grande, que le permita tener el ordenador en un lado y sus apuntes y libros en otro. La silla es también fundamental. Debe ser ergonómica y cómoda, para que, aunque pase muchas horas sentado, no le duela la espalda y mantenga siempre la postura correcta. Y no te olvides de una buena iluminación.
Más sitio para guardar
Según crecen sus cosas se multiplican. Si antes les valía con un armario bajo y de una puerta, ahora necesitan uno de dos y alto, para que puedan colgar sus cosas sin preocuparse. Refuérzalo con estanterías y cajoneras. No olvides que son poco amantes del orden, por lo que cuanto más fácil se lo pongas, más recogido tendrán su cuarto.
Zona social o de ocio
Si los metros no son un problema, coloca un sofá, un puf o dos butacas para que se pueda “tirar” con los amigos la tarde del sábado. No menosprecies el valor del suelo, una buena alfombra puede dar mucho juego cuando se reúnen varios adolescentes juntos.