El aumento de las temperaturas implica un cambio de hábitos en el hogar, que requieren que la casa se abra al exterior. Puedes eliminar barreras visuales entre interior y exterior o trasladar el salón, la estancia social de la casa, a tu terraza o jardín. No lo dudes, para disfrutar de agradables sobremesas por el día o de una reunión de amigos, por la noche, el salón es la estancia más versátil, aquella que te permite preparar una comida informal o improvisar momentos de descanso.
Las vistas tienen mucho que decir
Lo primero que tienes que decidir es la ubicación. Si tu terraza o jardín no son muy grandes, este aspecto se simplifica, pero si tienes metros suficientes, debes planificar adecuadamente para no perderte nada. Ubícalo en aquel rincón donde puedas disfrutar de agradables vistas (¿por qué mirar a la pared cuando tienes algo bello delante?) y, a ser posible, a la sombra, así evitarás recurrir a pérgolas y sombrillas.
Un espacio organizado
Cómodo y funcional. Para conseguirlo, es aconsejable que no haya un exceso de mobiliario sino sólo el que se adecue a tus necesidades y a tu forma de vida. En función de los metros cuadrados, elige los muebles (tanto el número de piezas como su diseño más o menos voluminoso) para crear un espacio amplio y despejado, que invite al relax o al ocio. Respeta los pasos, para poderte mover fácilmente, y las distancias entre el sofá y la mesa de centro, por ejemplo. Deja que respire, que no parezca encorsetado y, así, lograrás que los metros visuales se multipliquen.
Y si los metros no son un problema, crea zonas en el mismo ambiente: un estar, un rincón de lectura, una de relax…
Mobiliario a medida
Piezas cómodas y versátiles, que te den juego si un día necesitas improvisar una cena o hacer una fiesta en el jardín. Los metros determinarán si puedes poner un sofá con chaise longue o no, el número de asientos, el tamaño de la mesa de centro, la posibilidad de incluir una tumbona-cama, zona de chill out, etc. La clave del éxito está en conseguir estar tan cómodo en tu salón exterior como en el de dentro de casa. Es importante elegir bien e invertir en muebles de calidad, que no impliquen un mantenimiento excesivo.
Siguiendo la estela de la versatilidad, los diseñadores crean piezas para el exterior que son capaces, sin embargo, de integrarse a la perfección en un salón dentro de casa. Comodines de la decoración, son una apuesta atractiva, que difumina las barreras entre ambos, reforzando la idea de unión, de “casa”.
Materiales duraderos y resistentes
Las propuestas “outdoor” de los diseñadores abarcan un gran abanico de materiales y diseños. Desde los naturales, que precisan mantenimiento, entre los que destacan el ratán, y la madera, en sus variedades más “out”, como la teca o la acacia, que aportan sensación de calidez y confortabilidad; hasta los sintéticos, que apenas requieren cuidados, como el plástico, el ratán y la madera artificial, el aluminio…
A su lado, los diseños funcionales y cómodos se imponen. Modelos de líneas ligeras y espíritu urbano, o piezas típicamente campestres, mucho más cálidas. Las últimas tendencias traen muebles modernos y futuristas, que se mezclan sin pudor con piezas de espíritu clásico campestre, muy cálidas y en contacto directo con la naturaleza. La unión hace la fuerza, creando exteriores llenos de personalidad.
Aliados que crean ambiente
Si hay algo que no puede faltar es una sombra. Sombrillas y pérgolas te ayudan a rebajar grados, a protegerte del sol en sus horas fuertes o de la fresca brisa de algunas noches de verano. Una adecuada iluminación, capaz tanto de iluminar sin molestar como de recrear atmósferas, según el momento y la situación. Y los textiles: cojines, fundas o plaids, pueden poner la nota de color más atrevida y fresca o el toque de glamour y sofisticación, que requieren los diseños más actuales.
Sin olvidar a todos aquellos detalles y complementos que te ayudan a sentirte “como en casa”. Macetas, jarrones, … Cosas que crean ambiente y ponen la nota más cálida.