De diseño

Locales de ocio: De todo para todos los (buenos) gustos

Un restaurante de comida americana tradicional dedicado al deporte del polo y propiedad de Ralph Lauren; una pastelería histórica reconvertida en local de moda; o un restaurante japonés que recrea una ciudad nipona. Tres opciones bien distintas para tres gustos perfectamente compatibles

Por hola.com

Es cierto que la mayoría de los desplazamientos —también denominados huida de la rutina— previstos para la Semana Santa se han realizado ya. Los pocos que falten, tendrán lugar entre la tarde de hoy y el día de mañana. Por eso creemos que es un momento inmejorable para recomendar restaurantes y bares en distintos lugares del mundo, en los que el buen gusto es un punto extra.

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Empezamos en Nueva York. La ciudad que nunca duerme ha abierto hace unas semanas El Polo Bar, un local de la marca Ralph Lauren en la Quinta Avenida (¿dónde si no?), junto a su tienda insignia. Inspirado en los clásicos establecimientos neoyorquinos, El Polo Bar ofrece un ambiente informal pero refinado para comer (comida clásica americana) y beber (no hay que dejar de probar sus cócteles).
En cuanto a la decoración se refiere, hay un leitmotiv que se repite, como no podía ser de otro modo: el polo, el amor a los caballos y a tan elegante y exclusivo deporte. Así, un mural inspirado en un partido del legendario jugador Henry Koehler, recibe al visitante, que puede asombrarse de la belleza de magníficas sillas de montar de cuero y arte ecuestre y disfrutar de la elegancia natural de los caballos, motivo principal de los cuadros distribuidos por las paredes del local. Todo ello en un ambiente refinado y tremendamente clásico en el que la madera envuelve hasta el último rincón.

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Claro que no es necesario irse tan lejos para comer en un entorno clásico y elegante. Los que no tengan la suerte de ir a Nueva York pero sí la de pasar unos días en Barcelona pueden acudir al restaurante Reñé. Lo que era una pastelería histórica de la parte derecha del Eixample, se ha convertido en un restaurante que, eso sí, mantiene su esencia como icono modernista.
El local ha sido rehabilitado por el estudio Carlos Martínez Interiors manteniendo la decoración original de Enric Llardent, que combina un agradable interior con grandes vitrinas, ornamentos de yeso en los techos y madera de caoba procedente de Cuba, con los llamativos zócalos de mármol que conforman los escaparates de la fachada exterior, de corte modernista, y declarada patrimonio histórico de la ciudad.

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En la decoración del local predominan los pavimentos de mármol blanco (propios de las antiguas pastelerías) junto con espejos despiezados manchados, molduras con detalles, iluminación en cada mesa… Pasando al comedor, destacan las cristaleras inglesas creadas para dar más amplitud al local, con sofás corridos de estilo vintage hechos a medida que cuentan con respaldos en capitoné y un tapizado floral, aportando así un toque retro para darle un estilo más antiguo y auténtico al ambiente general.

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Pero como nos gusta dar opciones para todos los gustos en esta sección, vamos a cambiar de manera casi radical para irnos a Valencia, a un local montado por y para el sushi y la cultura japonesa. Se trata de Nozomi Sushi Bar, un local de 233 metros cuadrados cuyo proyecto de diseño de imagen e interiores ha corrido a cargo de Masquespacio, que ha querido centrarse en la dualidad ‘Contemporáneo racional’ y ‘Clásico emocional’.
Y se evidencia desde la entrada. Nada más atravesar la puerta del restaurante, un cubo central crea dos pasillos hacia la sala central creando un flujo continuo y abierto muy típico de la arquitectura del país oriental. La idea era recrear la calle de un pueblo japonés a través de diferentes módulos que se traducen entre otros en un mercado, una farmacia, puertas y ventanas.

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Al fondo del local se encuentra la zona privada, en la que se genera un espacio que permite separar ambientes para conseguir una mayor intimidad, sin aislar del todo al comensal. De paso, se mantiene el juego de sombras generado por la iluminación, inspirada en el Japón más minimalista, resaltando la carpintería irregular y única.