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Ya hemos hablado en varias ocasiones en esta sección del estilo vintage. Hemos visto cómo convertir un mueble viejo en una pieza 'vintage'. Incluso, hemos visto ‘casos prácticos’ de casas con evidentes toques de ese estilo. En esta ocasión vamos a tratar de buscar algunas pistas para conseguir que nuestro cuarto de baño sea un ejemplo de vintage. Porque, en efecto, es tendencia. Sí, este estilo, mezcla entre lo clásico y lo romántico cautiva a propios y extraños, jovencitos y maduros. Así que apunta alguna de estas ideas para ponerlas en práctica por separado o de manera independiente.
La elección de colores
Lo primero que hay que cuidar es la elección de colores. Los tonos predominantes deben ser los claros, como el blanco, el beige o los tonos grises. Evita las estridencias y los colores fuertes y piensa cómo eran los cuartos de baño casi un siglo atrás. Como mucho, puedes lanzarte a colocar algún tono pastel, pero siempre y cuando tenga un aire envejecido. O a colocar algún destello de dorado, muy a la antigua usanza por ejemplo en los accesorios.
Suelos y paredes
Puede ser el detalle que marque la diferencia. O el lienzo sobre el que colocar el resto de los detalles que identificarán tu cuarto de baño como vintage. Tienes varias opciones ‘maestras’ para elegir. Para las paredes, a nosotros nos gusta apostar por los azulejos rectangulares y preferiblemente en blanco o gris. Aunque se puede combinar con un zócalo de diseño geométrico en los mismos colores; o incluso con algo de relieve. También resulta muy adecuada la combinación del blanco y el negro, aún mejor en damero. En los suelos, tienes la posibilidad de buscar un hidráulico. Al más puro estilo de los pisos del barrio gótico barcelonés. Conseguirás un espacio realmente muy personal.
Un elemento esencial: la bañera
Si por algo se define un cuarto de baño de estilo vintage, es por la existencia de una bañera ovalada. Es muy probable que no tengas espacio más que para colocarla en una esquina, apoyada en la pared. Pero si cuentas con la suficiente amplitud, colócala exenta, en medio de la estancia. El efecto es insuperable. Y si puedes elegirla, con patas con formas elaboradas y relieves orgánicos, vegetales o animales: hojas, garras, patas de tigres. Existe la posibilidad de que las patas sean de distinto color, por ejemplo, doradas.
Sanitarios
También puedes encontrar el resto de los sanitarios de estilo vintage. Sobre todo hallarás una buena variedad de lavamanos. Los más habituales y sencillos de localizar son los de pedestal, al más puro estilo de comienzos del siglo XX. Sinuosos y de formas redondeadas; o de marcado estilo geométrico. También los hay grandes, rectangulares, y con cuatro patas (o dos si va apoyado a la pared), a modo de consola.
Muebles
Las piezas de mobiliario que elijamos en el cuarto de baño deben tener una apariencia clásica o 'retro', algo envejecida. Puedes colocar piezas decapadas, con detalles en metal envejecido. Si el cuarto de baño es amplio, coloca un mueble que resulte fuera de contexto, como una cómoda o una silla, por ejemplo, con un toque industrial o bien al contrario, muy clásica.
Griferías
Es posible que el presupuesto no te de para cambiar de manera radical y sólo quieras otorgarle un toque vintage al cuarto de baño sin que apenas afecte a tu bolsillo. Sin duda, una opción económica es cambiar las griferías. A poco que busques vas a encontrar varias firmas que lo ofertan. Para el lavabo y para la bañera. Lo perfecto es que adquieras ambas de la misma colección. Ya sabes, de formas orgánicas, redondeadas, en bronce o doradas, con algún detalle en cerámica blanca… Eso sí, habrás de olvidarte de la comodidad del monomando, pero el estilo bien lo merece.
Detalles y accesorios
Sin duda, es el modo más rentable de conseguir que tu cuarto de baño tenga un punto vintage. Sólo tienes que añadir una serie de accesorios. Desde luego, los textiles: blancos o crudos, mejor si son de lino y con bordados —los de bolillos son espectaculares— en los extremos. Además puedes colocar una jabonera de estilo 'retro'; un velador de patas metálicas y sobre de cristal para colocar un jarrón con flores naturales; o una escalera decapada a modo de toallero. El espejo, con adornos, a ser posible, florales y estilo barroco.
