Claves para acertar con la librería perfecta

Pieza fundamental en la mayoría de los salones y bibliotecas, se trata de una pieza, generalmente, voluminosa y que supone una buena parte del presupuesto de la estancia.

Por hola.com

Son una parte fundamental de la mayoría de las casas. Porque tienen una utilidad esencial en salones y bibliotecas. En sus estantes se guardan y colocan los libros. Pero también los álbumes de fotos —reliquias ya del pasado en la mayoría de los hogares—, accesorios decorativos como marcos, velas, cajas, candelabros, figuras... De modo que tienen sentido práctico al tiempo que decorativo.
Se trata de una pieza generalmente muy voluminosa —y no siempre económica—, por lo que es muy importante no comprarla ‘al tun tún’, sino tener el cuenta las características del lugar donde se va colocar: medidas, altura, iluminación, color, estilo...

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Cuando la pared destinada a ellas es muy justa o tiene complicaciones como vigas, radiadores o formas irregulares, la mejor opción es encargarla a medida. Vale que es una opción más cara, pero conseguirás aprovechar el espacio de manera realmente sorprendente. También se pueden comprar piezas modulares con diferentes formatos que se adecuen a una estancia o rincón. Es una opción más económica y si la estudias bien, el resultado también puede ser impecable.

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Además, existe la posibilidad de comprarlas con o sin traseras. Las primeras suponen mayor seguridad en la estructura. Son más estables, pero también visualmente más voluminosas. Por el contrario, las que carecen de fondo resultan más ligeras, de modo que son la mejor opción para estancias oscuras o justas de tamaño. De paso, pueden ‘hacer las veces’ de elemento divisorio conformando una separación visual que a su vez introduce un punto decorativo.
Pero si va en una pared, resultará más ligera si es de tonos claros y las baldas son finas. Otro modo de que resulte más ligera y, de paso, vaya integrada en la decoración, es pintarla del mismo color que la pared. O, al contrario, pintar la pared del color que has escogido el mueble, siempre y cuando se trate de colores luminosos y claros.

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Desde el punto de vista práctico, hay algunos datos que has de apuntarte cuando vayas ‘a la caza’ de la librería perfecta. Por ejemplo, que no debe superar los 2,50 metros de altura. De otro modo, resultará muy incómoda. Pero si tienes mucha necesidad de almacenaje de libros y cuentas con una buena pared que reciba suficiente iluminación, te lo puedes permitir. Eso sí, no dudes en incluir una escalera.

En cuanto a los estantes, apunta dos cosas. Por un lado, no es aconsejable que sean muy largos: no más de un metro; de lo contrario, podrían llegar a partirse. El grosor de las baldas debe ser de entre 25 y 30 milímetros. Eso sí, cuanto más larga sea la balda, más necesario se hace que sea más gruesa y sólida. Por lo tanto, más voluminosa. La medida del fondo es otro punto importante. Para los libros necesitas al menos unos 25 cm. Pero para que no ocupe demasiado, no debe tener más de 35 cm de profundidad.

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Aún te resultará más práctica si incluyes en la parte baja de la librería puertas, correderas o con bisagras. Así podrás almacenar objetos de manera discreta. Por ejemplo una vajilla; el textil de la mesa, etc. Claro que también vas a en contrar en el mercado espectaculares librerías con puertas correderas de arriba abajo para dar mayor sensación de orden. Respecto a la iluminación, lo más adecuado es que sea lo más sencilla posible. Es decir, desde arriba y con apliques. Destina al menos un aplique para cada cuerpo de la librería.