Lo que los propietarios de esta vivienda unifamiliar del municipio madrileño de Pozuelo de Alarcón pidieron a las arquitectos de Galán y Sobrini tenía un doble objetivo. Por un lado, una reforma integral del interior y la decoración. Por otro, la ampliación del espacio habitable. Esta nueva zona se plantea como un nuevo volumen en forma de cubo que se adosa al volumen inicial.
El nuevo volumen cuenta con cubierta inclinada a dos aguas de teja tradicional, pero se levanta un peto que oculta la teja inclinada pareciendo al exterior un volumen cúbico. Una solución interesante que destaca con respecto al ya existente en el exterior y aporta a la vivienda de un aire mucho más moderno.
Una vez construida la ampliación, la casa se estructura en dos plantas. La de abajo se plantea como un gran espacio abierto y diáfano para aprovechar al máximo el paso de la luz natural y la flexibilidad de conexiones entre espacios. Para empezar, el vestíbulo es un espacio que busca abrirse lo máximo posible al resto de estancias que conecta entre sí y organiza.
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Desde aquí se accede a la primera planta, al salón y al comedor, que cuenta con un doble acceso desde el salón y desde el vestíbulo. En ambos casos, se emplean puertas correderas que preservan la intimidad y al mismo tiempo lo convierte en un espacio abierto. En la misma planta se ubica la salita, más pequeña y privada que el salón; la cocina, con zona de trabajo en isla y gran zona de almacenamiento alrededor.
Subimos a la planta primera por una espectacular escalera volada que sólo conserva de la original la ubicación. Está compuesta por dos zancas metálicas laterales y peldaños forrados de madera. El objetivo ha sido abrir más los espacios. Se llega así a un vestíbulo que se plantea como un alto en el camino, antes de acceder a la zona de dormitorios. Cuenta con una gran biblioteca de obra. La idea ha sido, añadiendo una cómoda butaca, crear un rincón de lectura y reunión para la familia.
La planta de noche cuenta con cuatro amplios dormitorios, todos ellos en suite, con cuarto de baño independiente. El principal, además, dispone de dos vestidores. Uno en la entrada, formado por una puerta de paso y almacenaje sin puertas. Otro, al fondo de la habitación.
Y un espectacular cuarto de baño en el que una gran encimera de Corian se extiende por uno de los muros creando una zona de tocador frente a la ventana. Bajo la zona de lavabos se diseñó un mueble a medida que ocupa la zona de lavabos, en DM lacado formado por cajones y gabetas.
Al igual que en el resto de la casa, las paredes están pintadas en color topo porque es neutro y cálido al mismo tiempo. Aunque para el interior de los muebles de obra se ha optado por un tono más oscuro con el objetivo de crear profundidad. La calidez de la vivienda también está fomentada por el pavimento elegido por el estudio para todas las zonas salvo las húmedas: tarima de roble de madera, de Grato, en un color natural grisáceo.
Llama la atención la solución tomada con las chimeneas originales —en el salón y el dormitorio principal— que tenía la vivienda y que los propietarios no querían conservar: se han aprovechado los huecos para realizar muebles a medida y alojar en ellos las televisiones. Se han dispuesto unas baldas de apoyo, dejando todo muy recogido.
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www.galansobrini.es