Qué debes tener en cuenta a la hora de separar ambientes

Contar con varios ambientes o funciones en un mismo espacio es tendencia en la decoración actual. Pero a veces es necesaria una ligera separación visual. Los interioristas del estudio Abok nos dicen cuáles son sus trucos para conseguirlo

Por hola.com

Antiguamente (en realidad hasta hace algo más de 50 años), en decoración, cada estancia tenía una función. Es decir, estaba la habitación destinada a comedor; la destinada al salón; otra en la que se cocinaba —y sólo a veces se comía a diario—; aquella en la que se planchaba; otra u otras en las que se dormía… Esa es precisamente una de las razones por las que los pisos antiguos estaban distribuidos en multitud de espacios no muy grandes y cerrados.

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Por suerte, esa tendencia ha cambiado de manera radical. Se ha hecho evidente que las viviendas son más acogedoras —y de paso, más luminosas y más amplias, al menos visualmente— con espacios abiertos. Es decir, estancias compartidas para diferentes funciones. Y es raro encontrar una vivienda de nueva construcción en la que no exista un salón comedor. A esta idea se está apuntando de manera evidente la cocina, que es cada vez más habitual encontrarla adosada a la zona de recibir.

Creemos que realmente es una gran idea ampliar espacios —y, por qué no, miras— con el truco de los espacios abiertos. Pero también es cierto que es positivo que exista una cierta separación, al menos visual. No te preocupes, no es difícil conseguirlo. No lo decimos sólo nosotros, los interioristas del estudio Abok nos han revelado algunos trucos que te ayudarán a crear viviendas más abiertas que integran sus diferentes espacios en una misma estancia.

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“En función del resultado que queramos obtener o de las características del espacio del que dispongamos, podemos usar diferentes soluciones y elementos” que resultarán tremendamente efectivos. Es habitual, por ejemplo, que exista la necesidad de separar la zona de comedor de la cocina y así evitar molestos olores en el comedor. Una opción muy adecuada es emplear una cristalera: “Visualmente la gran superficie de cristal hace que veamos la cocina desde el comedor y el comedor desde la cocina pero el cristal hace de separador físico. Esto sucede cuando la idea es ampliar la cocina introduciéndola en el resto de la casa. Se consigue así una cocina más grande, pero al mismo tiempo, no se pierde hermeticidad”.

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Los muebles y elementos decorativos pueden ser muy útiles a la hora de separar un ambiente dentro de una misma habitación”, comentan desde Abok. Generalmente, suelen emplearse piezas como un armario, una cómoda o un escritorio. Pero cuidado, no debes elegir muebles que resulten demasiado voluminosos, porque podrían impedir que la luz pase al fondo de la estancia.
Un ejemplo: separar el salón del comedor es sencillo con un aparador bajo adosado a la espalda de un sofá, que no impidan que la luminosidad llegue hasta el último rincón de la estancia. También puedes recurrir al uso de una alfombra que deje claro dónde comienza la zona de estar. A menudo sucede que no encontramos la pieza perfecta para el lugar que marca la diferencia. Siempre que sea posible se puede recurrir a un mueble hecho a medida.

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Una manera algo más sutil de diferenciar espacios en una misma habitación es emplear “un objeto de separación no muy marcada. Nos referimos al uso de pequeño mobiliario auxiliar que cree una barrera visual que diferencie los espacios, como pueden ser pufs, consolas o biombos, además, si se decoran ambos espacios con estilos distintos, ayudará a reforzar la separación”.

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Más información:
www.interiorismoabok.com