Diseño y sostenibilidad en Dedon Island

La firma de mobiliario de lujo creó este lugar mágico en el que todo está construido con materiales locales por artesanos de la isla filipina de Siargao

by hola.com
En alguna otra ocasión hemos dedicado estas páginas a algún gran hotel de playa, algún resort de esos en los que parece que el tiempo se detiene. Que es imprescindible —y obligatorio— olvidarse de todo, recargar pilas, sentirse vivo pero relajado.
Hoteles, ya no de costa, sino de isla, en los que la vida se convierte en un lujo por el entorno y el servicio. Pero también por la decoración, el mimo y cuidado con que se ha realizado la arquitectura de interiores, desde el exquisito mobiliario a los materiales o los detalles decorativos.
El 'resort' que nos ocupa hoy es uno de esos increíbles hoteles con los que todos soñamos —generalmente despiertos—. Pero este tiene un plus. El plus Dedon. Porque es la firma alemana la que lo ha montado, trasladando su filosofía de trabajo y de vida —amor por la naturaleza, por el diseño y por la sostenibilidad— a un lugar maravilloso, en una isla de Filipinas. No te pierdas lo que vamos a mostrarte.

Más información:
www.dedonisland.com
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Situado en el sureste de la isla Filipina de Siargao, está entre antiguos bosques de manglares, arenas blancas, aguas cristalinas y arrecifes de coral. A lo largo de sus 50 hectáreas conviven en armonía la naturaleza, la arquitectura y el diseño. 
Dos grandes diseñadores, habituales de la firma de mobiliario de exterior de lujo, Jean-Marie Massaud y Daniel Pouzet, han sido los responsables del interiorismo de Dedon Island, un deseo personal del presidente de la firma, Bobby Dekeyser. 
El principal objetivo para el desarrollo de este espectacular y singular proyecto ha sido la búsqueda de la creación de un espacio local, autóctono, donde ha prevalecido el respeto por la arquitectura original: el hotel realmente se integra en la naturaleza. En la imagen, el pabellón restaurante. 
Tanto en el interior de las habitaciones como en las zonas comunes y los jardines hay una gran variedad de piezas de Dedon (Nestrest, Mu, Play, Seashell…). Además de las colecciones convencionales, algunas son piezas exclusivas realizadas para el hotel. 
La sostenibilidad domina en todos los rincones de este maravilloso lugar que se integra totalmente en el paisaje. Desde el principio, la filosofía del proyecto tenía que ver con el km 0: todos los productos que se consumen son locales. Los materiales de construcción, también. 
En diferentes ubicaciones de la Dedon Island hay varias pagodas. La que más incita al relax es la que flota como una isla sobre el océano Atlántico, a modo de 'plataforma-lounge'. Para llegar hay que superar 500 metros desde la playa. Una vez allí, un columpio colgante espera al visitante. 
Las ocho villas han sido construidas con materiales ecológicos: madera, hoja de banano y fibra Dedon. Los huéspedes tienen la sensación de encontrarse en su hogar gracias a la calidez del espacio y a la simplicidad de la decoración. 
En las habitaciones destacan algunas piezas de mobiliario que no son de Dedon. Se trata de muebles hechos a mano: los cabeceros de las camas (un impresionante muro de madera local labrada por artesanos de la isla) y los armarios de las habitaciones. 
Hay tres pabellones que constituyen el espacio común del hotel. Albergan la recepción, el comedor y la sala de juegos y están conectados entre sí. Nos gusta mucho la pieza central de la zona del bar, realizada en fibra Dedon blanca y diseñada por Massaud. 
Los cuartos de baño de las villas tienen la sorprendente cualidad de no distinguir el exterior con el interior, combinando al máximo la privacidad y la sensación de espacio abierto. Porque esa era una de las obsesiones de Dekeyser: conseguir vivir al aire libre. 
Desde Dedon, consideran esta isla mágica como un laboratorio viviente: “Cada experimento que realizamos aquí, desde el diseño exterior hasta la actividad agropecuaria orgánica, nos acerca a nuestro sueño de alcanzar un paraíso verdaderamente sostenible”.