Si eres muy, muy joven, es probable que no sepas de qué estamos hablando, pero si pasas los 40, este postre puede que te traiga algún recuerdo, sobre todo de alguna boda o banquete, porque solían servirlo a menudo en esas celebraciones.
El suflé Alaska es de esas elaboraciones clásicas que ya apenas se hacen, pero que recordamos con cariño y cierta nostalgia. La fórmula original llevaba una base de bizcocho que se recubría con helado, éste, a su vez, con merengue y se tostaba en el horno o se flambeaba delante del comensal.
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Parece ser que 'el invento' fue cosa de Charles Ranhofer, que estaba al frente de la cocina del restaurante Delmonico's, en Nueva York. Allí, Estados Unidos celebraba, en 1867, la adquisición de Alaska y el chef francés creó este postre en su honor mezclando el frío del helado y el caliente del merengue tostado.
Partes del suflé Alaska
Son 3 las partes que conforman este postre: la base de un bizcocho genovés, el helado y el merengue que lo recubre.
Puedes elaborar cada una de ellas de forma casera, y nosotros te vamos a explicar cómo, pero es perfectamente válido usar helado ya hecho al igual que el bizcocho. E, incluso, este último, se puede reemplazar con una base de galleta, magdalenas, etc.
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Ingredientes y elaboración del bizcocho genovés
Necesitas 4 huevos, 100 gramos de harina y 100 gramos de azúcar y el proceso es tan sencillo como montar bien los huevos con el azúcar e incorporar la harina tamizada poco a poco.
- Precalienta el horno a 180 grados, engrasa y enharina un molde redondo.
- Vuelca la masa para hornearla durante unos 10-15 minutos.
- Si sube mucho, espera a que se enfríe y corta por la mitad. Una de las mitades es la que pondremos como base de nuestro suflé Alaska.
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Ingredientes y elaboración del helado para el suflé Alaska
Puedes hacerlo -o comprarlo- de un sabor o de varios y colocarlos por capas. Nosotros te mostramos la receta del helado de fresa.
Los ingredientes necesarios son 500 gramos de fresas, 3 yemas de huevo, 125 gramos de azúcar y 250 mililitros de nata fría para montar.
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- Bate las yemas con el azúcar hasta que la mezcla blanquee y adquiera una textura cremosa.
- Lava las fresas, quita los rabitos y tritúralas con la batidora.
- Monta la nata bien fría con varillas eléctricas hasta que se formen picos e incorpora las yemas y las fresas removiendo todo bien.
- Para terminar, échalo en un táper o en un bol semicircular con papel film y mete en el congelador durante 4 horas.
Ingredientes y elaboración del almíbar para empapar el bizcocho
El bizcocho queda más jugoso si lo empapamos con este almíbar, para el que tienes que calentar 100 mililitros de agua en un cazo con 100 gramos de azúcar y cuando espese ligeramente, retira del fuego y añade un chorrito del licor.
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Ingredientes y elaboración del merengue
- Monta 4 claras de huevo a punto de nieve con una pizca de sal.
- Cuando estén esponjosas, incorpora 75 gramos de azúcar glas.
- Cuelve a batir con las varillas hasta obtener un merengue brillante y duro.
Montaje del suflé Alaska
Ahora que ya has elaborado todas las partes de las que se compone este postre, hay que darle forma.
En la base ponemos el bizcocho genovés que tiene que ser un poco más grande que la medida de la parte más ancha del bol en el que has congelado el helado.
Píntalo con el almíbar y coloca encima el helado desmoldado con cuidado -cuanto más congelado esté, mejor-.
Reparte el merengue y gratina en el horno 5 minutos o quema con un soplete. Le puedes poner un poco de alcohol y flambearlo.
E voilà! ¡Aquí tienes un delicioso suflé Alaska para recordar viejos tiempos hundiendo la cuchara en él!