Una de las cosas más importantes en el verano es hidratarse. Al hacer más calor, perdemos agua a través del sudor, y es imprescindible reponerla con líquidos. En este sentido -además del líquido elemento, es decir H2O- son grandes aliados granizados y sorbetes no solo para mitigar las altas temperaturas y refrescarnos, sino también para disfrutar de los sabores más apetecibles a fruta.
Sorbete es, según el Larousse de la Cocina, "un postre helado a base de almíbar de azúcar y un puré o zumo de frutas, al que, en ocasiones se le incorpora clara de huevo para que aumente su volumen, así como algún licor adecuado a su sabor" (vodka, ginebra, vino moscatel, etc).
Los sorbetes los solemos tomar al finalizar una comida pues ayudan a combatir digestiones pesadas, pero igualmente son ideales antes para prepararnos en la dgustación de los distintos platos de un menú o para incluirlo en el medio y cambiar los sabores.
Te contamos cómo preparar sorbetes de fruta de manera casera para que siempre los tengas disponibles en tu congelador y tires de ellos cuando más apriete el calor. Fruta y almíbar son sus principales ingredientes.
El almíbar
El almíbar, en este caso, es la base para endulzar un sorbete tradicional -aunque podría hacerse sin ella, porque también hay versiones saladas o sin azúcar-, que, como ya te hemos explicado más veces, se compone de agua y azúcar.
Saber más: cómo preparar un almíbar y sus distintos puntos
Las proporciones de azúcar y agua varían según el tipo de sorbete que queramos realizar -y de la fruta más o menos dulce que escojamos-, pero sí podemos establecer que, de forma general, para, por ejemplo, 1 kilo de sorbete de piña, la proporción será de 400 gramos de fruta, 400 gramos de agua y 200 gramos de azúcar; para uno de limón, 300 gramos de fruta, 450 gramos de agua y 250 gramos de azúcar; o para uno de frambuesa, será 600 gramos de fruta, 220 gramos de agua y 180 gramos de azúcar. (El azúcar se puede sustituir por glucosa o tremolina, que tiene la ventaja de evitar la cristalización, aunque debemos tener cuidado porque endulza mucho).
Pulpa de fruta... pero no solamente
La fruta es el ingrediente más habitual para preparar un sorbete, sobre todo si es fresca, aunque también sirve congelada. Pero también podemos utilizar otros vegetales como pepino, calabacín, zanahoria, tomate, etc.
Aunque si no se le añade azúcar, estaríamos hablando más de un granizado, pero es que muchas verduras también se pueden endulzar para esta elaboración congelada. Es más, seguro que has visto multitud de platos que llevan como guarnición algún tipo de sorbete o helado (aceite de oliva, gazpacho, tomate...).
Preparación del sorbete en tan solo 5 pasos
- Una vez que tengas el almíbar listo y el ingrediente de tu sorbete listo, tienes que lavarlo, pasarlo por la batidora o extraer su zumo, tamizarlo o pasarlo por el chino.
- Mezcla el resultado con el jarabe preparado y comprueba que tenga una densidad óptima (ni te pases de líquido, ni lo dejes muy espeso. Puedes rectificar con agua).
- El paso siguiente es incorporar aire mediante una batidora para que el puré adquiera el volumen adecuado.
- El resultado debes meterlo en el congelador durante un mínimo de 4 horas y conservarlo a una temperatura igual o inferior a -20º C, procurando triturar con la batidora cada media hora, para deshacer el hielo que se forma en la superficie. Si tienes heladera -en algunos sitio también se llama sorbetera- el proceso sólo te llevará unos minutos. El tiempo de conservación de un sorbete, en perfectas condiciones dentro del congelador, no es más de 15-20 días.
- Ahora que ya tiene listo tu sorbete, degústalo como más te apetezca. Si lo dejas con una consistencia más líquida, y le añades algún tipo de alcohol como cava, vino, vodka, etc... lo puedes beber con pajita. Y, si no, ¡a meterle la cuchara!
Ahora que ya conoces la técnica, disfruta de las siguientes 5 recetas con propuestas de lo más variadas. ¡Elige la que más te guste o ve probándolas todas!
Paso a paso: sorbete de melocotón
Aprovechamos la fruta de temporada con recetas como esta, a base de melocotón y vino blanco. Mejor si lo haces con la fruta fresca aunque también nos vale en almíbar.
Paso a paso: sorbete de aguacate y lima
El aguacate es otra de esas frutas ideales para preparar sorbetes que, en este caso, aporta cremosidad al resultado final. Le damos un toque cítrico, que le va tan bien, con zumo de lima.
Paso a paso: sorbete de limón y frambuesa con migas de chocolate
La frambuesa y el limón son perfectos para combinarlos transformados en sorbetes. Los presentamos en un vasito, por capas, en cuya base también ponemos migas de chocolate.
Paso a paso: sorbete de naranja y espumoso
Los sorbetes más digestivos son los que están hechos a base de cítricos. Su acidez nos ayuda a contrarrestar las digestiones pesadas. Este lo hacemos con naranja y vino espumoso.
Paso a paso: sorbete de fruta de la pasión
Las frutas tropicales también aportan unos sabores y unos aromas únicos a los sorbetes. La fruta de la pasión resulta también ideal convertida en este postre helado y tan refrescante.