Entre nuestra tortilla y la quiche francesa, está la frittata, un plato popular de la cocina italiana cuyo ingrediente principal es el huevo y luego se le añaden todo tipo de verduras... aunque también hay otras muchas versiones con carne, pescado, marisco, setas, conservas, patata, dulces, etc.
A diferencia de la tortilla española, en lugar de cocinarse por ambos lados, dándole la vuelta, la fritatta se suele cocinar solamente por uno. El proceso es mezclar el huevo batido con los ingredientes elegidos -por lo general, previamente rehogados o cocidos- y cocinar ligeramente en el fuego para terminar en el horno o hacerlo directamente con uno u otro método.
El origen de la frittata
La palabra frittata procede del verbo italiano fritto, que significa freír. Aunque es en el horno donde suele cuajarse. Su origen no se conoce con exactitud.
Es el plato italiano de huevo por excelencia y sus variantes regionales son infinitas. Algunas de las más tradicionales son la que se mezcla con cebolla -frittata di cipolle- la serittata di maccheroni, que reutiliza la pasta de días anteriores para mezclarla con huevo, tomate, aceite de oliva, ajo, sal y pimienta y la frittata rognosa, que lleva salchicha, espinacas y cebolla.
La frittata comenzó siendo un plato humilde -de aprovechamiento de sobras- que muchos campesinos se llevaban al campo. Hoy se acompañaba de verduras, carnes y pescados y se consume tanto fría como caliente.
Es perfecta para tomar a cualquier hora del día: desayuno, almuerzo o cena y es ideal para dejarla hecha un día antes y llevártela a la oficina, a la playa o a un día de campo.
La frittata en 5 pasos
- Precalienta el horno a 180ºC.
- Prepara los ingredientes del relleno sofriéndolos, cociéndolos o pochándolos.
- Mezcla los ingredientes anteriores con los huevos batidos salpimentados.
- Vuelca la mezcla en un recipiente para horno.
- Hornea durante unos 10 minutos a 180ºC. La clave es que quede hecha por fuera pero jugosa por dentro ¡y lista!
Algunos consejos para preparar la frittata
- Utiliza una buena sartén, mejor si es de hierro forjado o acero inoxidable, así el huevo no se pegará demasiado.
- Lo ideal es que la frittata tenga un grosor entre 3 y 4 cm.
- Puedes usar tanto mantequilla como aceite de oliva para prepararla o una mezcla de ambos.
- Aprovecha para usar las sobras: pollo, carne, verduras cocidas o lo que tengas a mano, pero asegúrate de que todo queda bien mezclado con el huevo.
- Añade un poco de leche o queso (parmesano o mozzarella son nuestros favoritos) al batir el huevo, para que actúe como pegamento y conseguir una textura más cremosa.
- Si le pones un queso salado (parmesano, pecorino, etc), no añadas mucha más sal.
- Prueba a añadir queso rallado por encima, una vez cuajada, para gratinar en el horno como si fuera una pizza.
Paso a paso: frittata de guisantes y trigueros
Para esta opción de frittata nos decantamos por unos espárragos trigueros, unos guisantes -congelados o en conserva- y un poco de ajo.
Paso a paso: frittata de peperoni y patata
Esta es quizás la propuesta que más parecido tiene con la tortilla, porque le ponemos también patata y cebolla. Le añadimos, además, otros ingredientes como peperoni y patata.
Paso a paso: frittata de espinacas, queso y tomate
Esta receta enloquecerá a los amantes del queso de cabra. A esta versión también vamos a incorporar huevos, leche evaporada, tomates secos, espinacas y ajo.
Paso a paso: mini frittatas con maíz, guisantes, jamón y queso
En lugar de hacer la frittata en tamaño grande, la vamos a preparar en versión individual dentro de unos moldes de magdalena. Los ingredientes protagonistas son maíz, guisantes, jamón cocido y queso rallado.
Paso a paso: frittata de calabacín con beicon y queso gorgonzola
Esta receta se parece bastante a una quiche pero sin nata líquida. Además de huevo y queso -gorgonzola en este caso- lleva calabacín, puerro y tiritas de beicon.