Tiene cierto parecido con la pizza, pero se cree que la focaccia nació mucho antes aunque, como de casi todo, su origen no está muy claro. La diferencia entre ambas se encuentra, entre otras cosas, en el tiempo de fermentación y el grosor de la masa.
Queremos acercarte la forma de elaboración y algunas recetas de esta especie de pan gordito a base de harina, levadura, agua, aceite de oliva y sal, que se cubre con hierbas aromáticas y otros ingredientes.
Historia de la focaccia
Cuentan que su antecedente podría estar en un pan conocido como libum y que se cocinaba para ofrecerselo a los dioses, con una masa levada con harina integral, queso, huevos y miel.
Se sabe que los genoveses consumían este pan en plena misa y que, siglos después, era uno de los productos más vendidos entre los piratas que ocuparon la región de Liguria -donde hoy sigue siendo muy popular-.
Proviene, al igual que su prima hermana, la pizza, de Italia, donde se toma como pan, a todas horas. También cuenta con muchas variantes y posibilidades distintas.
Qué es una focaccia
Una focaccia es una especie de pan más o menos grueso -unos 2 cm-, crujiente por fuera y blandito por dentro, que se toma para acompañar todo tipo de alimentos y también como parte de bocadillos o sándwiches.
Por su forma de leudar, es muy fácil de conservar (dura semanas) y, según la región del país en el que pidas una, encontrarás una receta de focaccia tradicional que les es propia y cuya fórmula guardan celosamente: más o menos gruesas o delgadas, más o menos crujientes, rellenas, con distintas coberturas...
Puede ser dulce o salada (es más típica esta última) y admite casi cualquier ingredientes: embutidos, verduras, conservas... No suele llevar queso aunque no pueden faltar ni las hierbas aromáticas -sobre todo orégano, tomillo y/o romero- ni el aceite de oliva virgen extra. Dependiendo de cuál elijas, podrás comerla a una hora u otra del día, pero en algunas partes de Italia se desayuna. Sí, a base de cebolla y bien empapada en uno de sus famosos cappuccinos.
¿En qué se diferencia la focaccia de la pizza?
Aunque tanto pizzas, como focaccias forman parte de una misma familia, existen diferencias según los tiempos de fermentación de sus masas, la cantidad de los ingredientes, su forma y su grosor.
- La focaccia suele tener una forma rectangular, ni ovalada como la coca ni redonda como la pizza.
- El grosor de una focaccia es mucho mayor que el de la pizza, por lo que su tiempo de horneado es mayor.
- Las focaccias no suelen llevar ni tomate ni queso, al menos la versión más clásica, pero sí un chorrito de aceite de oliva y muchas hierbas aromáticas.
- La focaccia es siempre un acompañamiento.
¿Cómo hacer una focaccia casera básica?
Para preparar la versión más clásica de este pan italiano, como ingredientes necesitas:
- 375 gramos de harina
- 15 gramos de levadura fresca
- 5 gramos de sal
- 1/2 cucharadita de azúcar
- 100 gramos de agua tibia
- aceite de oliva virgen extra
- hierbas aromáticas
- sal en escamas
La elaboración paso a paso:
- Diluye la levadura fresca en un poco de agua tibia.
- Echa en un bol la harina, el azúcar y la sal.
- Haz un agujero en el centro para incorporar la levadura y el resto de agua y trabaja la masa.
- Echa un chorrito de aceite de oliva para facilitar el amasado y vuelca la masa en la encimera para seguir amasando entre 10 y 12 minutos.
- Devuelve la masa al bol y tápala con un trapo o papel film para dejar que doble su volumen (alrededor de 1 hora).
- Engrasa una bandeja con aceite, vuelca la masa, extiende ligeramente sin aplastar, pincela con aceite y deja reposar 30 minutos.
- Precalienta el horno a máxima temperatura, da la vuelta a la masa para volver a colocarla en la bandeja y hunde los dedos haciendo unas pequeñas hendiduras.
- Deja reposar 10 minutos más, añade un chorrito de aceite más, las hierbas aromáticas y sal en escamas.
- Hornea durante 5 minutos, baja un poco la temperatura del horno y hornea unos 15 minutos más o hasta que veas que está dorada.
- Saca del horno, termina la focaccia con un poco de aceite más, deja reposar 5 minutos, desmolda ¡y lista! Se sirve siempre caliente o templada.
Paso a paso: focaccia de queso, aceitunas negras y romero
Aunque normalmente este tipo de pan no lleva queso, eso no quiere decir que no se lo puedas poner. De hecho, la focaccia está deliciosa con él. Compruébalo en esta receta, a la que también echamos aceitunas negras y romero.
Paso a paso: focaccia con tomates cherry, piñones, calabaza y calabacín
Le ponemos color y sabor a una masa clásica de focaccia y la convertimos casi en una pizza. Utilizamos para la receta tomates cherry de colores, calabacín, calabaza, piñones, hierbas aromáticas y un poco de queso parmesano.
Paso a paso: focaccia con higos, puerros y queso azul
Sobre una masa de focaccia puedes poner casi cualquier ingrediente porque al fin y al cabo se trata de una especie de pan de determinado grosor. Para esta propuesta, elegimos una mezcla que nos encanta: higos, puerros y queso azul.
Paso a paso: focaccia al romero sin levadura
¡Que no cunda el pánico si te has quedado sin levadura y quieres hacer esta focaccia al romero! La sustituimos por cerveza, que también tiene efecto leudante, es decir, que te ayudará a que la masa crezca en el horno.
Paso a paso: focaccia con manzana, queso camembert y miel
Aunque se toman más en salado que en dulce, podemos preparar focaccias con azúcar, miel, fruta... y comerlas como entrante o como postre, dependiendo de los ingredientes que lleve.