Cómo hacer 'tarator', una de las mejores sopas frías del mundo

Originaria de los Balcanes, y especialmente popular en Bulgaria, Albania, Macedonia del norte y algunas zonas de Turquía, te enseñamos cómo hacerla de la forma más fácil y rápida

Actualizado 29 de mayo de 2024 - 13:00 CEST29 may 2024 - 13:00 CEST

Ya nos pide el cuerpo elaboraciones fresquitas. Nuestro gazpacho y nuestro salmorejo tienen poca competencia pero la sopa a la que vamos a referirnos casi está igual de buena. Es hidratante, refrescante y se hace con pocos ingredientes. El tarator tiene cierta similitud con la raita y al tzatziki pero con una consistencia líquida.

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Esta sopa fría, que se sirve como aperitivo o como entrante -y también como salsa para ensaladas o elaboraciones a la parrilla- se prepara con yogur natural, pepino, ajo, nueces, eneldo y aceite de oliva. Se sazona con sal, pimienta y zumo de limón y, en algunas ocasiones, se acompaña con pasas, menta y algunos daditos de pepino fresco. Un poco de pan de pita fresco es su mejor partenaire.

**El origen del tarator es incierto**

El origen de la sopa tarator no está del todo claro. Se cree que se originó en los Balcanes, posiblemente en Grecia o Bulgaria. Se popularizó en Turquía durante el Imperio Otomano, y desde allí se extendió a otras partes del Medio Oriente y África del Norte. Es un plato emblemático en Bulgaria.

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Es un plato con numerosos beneficios para la salud; el pepino nos hidrata y aporta fibra, vitaminas y minerales; el yogur fortalece nuestro sistema inmunológico y las nueces nos ayudan a prevenir enfermedades cardiovasculares.

Ingredientes para hacer sopa tarator

La consistencia es más o menos espesa dependiendo del gusto de cada uno, es cuestión de añadir mayor o menor cantidad de agua.

500 gr de yogur griego
1 pepino grande
75 gr de nueces
2 dientes de ajo
Eneldo fresco
Aceite de girasol
Sal
Pimienta

Cómo se hace la sopa tarator

Lava, seca y corta los pepinos en dados pequeños o rallarlos.
Pica un poco de eneldo fresco, mezcla con el yogur y remueve hasta que quede cremoso.
Pela y ralla los ajos; pela y pica muy finitas las nueces y añade ambos al yogur.
Añade agua fría para diluir la sopa hasta alcanzar la consistencia deseada.
Salpimenta al gusto y agrega un chorrito de aceite de oliva.
Mezcla bien y mete en la nevera durante unas 2 horas.