El cardo, junto a otras hortalizas como la lombarda o la berza, son propias de esta época invernal y están muy presentes en las mesas navideñas. El primero pertenece a la misma familia de las alcachofas -también tiene un sabor ligeramente amargo- y guardan cierta similud con las pencas de acelga, pero con una piel espinosa y fibrosa que hay que pelar escrupulosamente antes de cocinarlos. Con una salsa de almendras majadas es una de las recetas tradicionales más populares en distintos lugares de España por estas fechas, como Aragón, Cataluña, La Rioja, Navarra o Madrid y esa es la que vamos a enseñarte a preparar.
Históricamente, el cardo era un ingrediente muy considerado en la Antigua Roma, que se reservaba para la clase acomodada. La clave para que el cardo con almendras nos salga en su punto es cocer la verdura el tiempo adecuado y dejar la salsa cremosa. Lo suyo es emplear el vegetal fresco, pero si por lo que sea, no lo encuentras, también lo hay en conserva o congelado para preparar este y otros platos -los cardos resultan también deliciosos con almejas, jamón o simplemente con un refrito de ajos- y dan un excelente resultado, además de que te ahorrarás la engorrosa tarea de limpiarlos.
Hay quien para preparar este plato de cardo, además de almendras, echa nueces o piñones.
Utiliza una almendra de buena calidad. La variedad marcona es la más apreciada tanto por su sabor como por su textura, y hay quien, además, le pone otros frutos secos como las nueces o los piñones, pero puedes emplear otras variedades, eso sí que estén frescas y no tengan atisbo de enranciamiento porque arruinarán el plato.
Para que la salsa quede cremosa hay que remover constantemente una vez que echamos la leche y el caldo de cocer los cardos.
Cómo hacer cardo con almendras paso a paso
Limpiamos muy bien el cardo quitándole todas las hebras espinoas con una puntilla.
Lavamos los tallos de cardo con agua abundante y frotamos con zumo de limón para evitar su oxidación o los sumergimos en agua con muchos tallos de perejil cortados a mano, para que no se oxiden.
Ponemos una olla con agua y sal en el fuego y cuando hierva, añadimos los cardos troceados y los cocemos durante 30 minutos.
Majamos las almendras reservando algunas enteras para la decoración.
Pelamos, cortamos en láminas finas los ajos y los doramos en una sartén honda con 4 cucharadas de aceite.
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