Hay numerosos postres que podríamos preparar en cualquier momento del año. Sin embargo, para qué nos vamos a engañar, dependiendo de la estación, nos apetece tomar lo propio de ella, especialmente si se trata de dulces que van asociados a determinades festividades. Cada cosa, en su temporada, que dirían los más ‘ortodoxos’ o los más apegados a la tradición...Y eso nos sucede -además de con el turrón, el roscón de Reyes, los huesos de santo o los buñuelos, por citar algunos ejemplos- con los postres típicos de Semana Santa, con las torrijas a la cabeza, pero también con la leche frita o con los pestiños.
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En muchos casos se trata de elaboraciones cuya receta ha pasado de generación en generación a los largo de los años -y siglos- y que normalmente tienen un origen humilde. Postres que cada vez preferimos más comprar ya elaborados en cualquier pastelería pero que nunca serán igual que los hechos en casa. Y por eso hoy, y estando como estamos en una de las épocas del año 'más dulce' por la variedad de postres que se hacen en Semana Santa, queremos mostrarte nuestra receta de pestiños.
Aunque lo más habitual es recubrir los pestiños con una mezcla de miel y agua, también se espolvorean con azúcar.
¿Qué son y de dónde proceden los pestiños?
Es esta una receta de orígenes moriscos, fruto de los siglos de dominación musulmana, que, además de en Semana Santa, se toman mucho en Navidades y durante los Carnavales.
Muy popular en lugares como Andalucía, Extremadura o Madrid, los pestiños son una masa elaborada con harina, a la que se da forma individual, y se consideran un 'dulce o fruta de sartén' porque una vez que les damos la forma, se fríen en aceite también aromatizado.
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Sin embargo, no hay un modo único para su elaboración. De hecho, como dice el refrán, ‘cada maestrillo tiene su librillo’, y existen diferentes formas para aromatizarlos -cáscaras de cítricos, especias, vino, licor- , e incluso para darles forma y cuando se sacan de la fritura, lo más habitual, es cubrirlos con miel, pero en algunos lugares también se espolvorean con azúcar.
La receta que nosotros te proponemos a continuación es bastante simple, así que esperamos que la pongas en práctica y te salgan unos pestiños ¡totalmente irresistibles!
Ingredientes que necesitas para hacer pestiños caseros
- Harina (la cantidad no es exacta, así que convendrá tener un paquete de un kilo)
- 250 ml de agua
- 1/2 l de aceite de oliva virgen + el necesario para freír
- 5 g de anís en grano
- 1 cáscara de limón
- 1 cáscara de naranja
- 1 chorrito de anís
- Miel
A los pestiños se les pueden dar distintas formas pero quizás 'la de pañuelo' es la más habitual.
Preparación de los pestiños paso a paso
- Hierve en el agua la mitad de los granos de anís con la cáscara de naranja. Retira y espera a que se enfríe para colar.
- Calienta el aceite en una sartén y fríe la otra mitad de granos de anís y la corteza de limón. Retira y espera a que se enfríe para colar también.
- Mezcla el agua y el aceite aromatizados, agrega un chorrito de anís y ve añadiendo la harina sin dejar de mezclar. La cantidad no es exacta; hará falta tanta como acepte la masa, el punto es comporbar que no se pegue a las manos y sea compacta.
- Una vez obtenida la masa, extiéndela en una superficie enharinada con un rodillo hasta que tenga un grosor como de unos 5 milímetros.
- Corta la masa con un cuchillo o cortapasas en porciones pequeñas (puedes hacerlo en tiras rectangulares o en cuadrados y meter los bordes hacia dentro para darle forma como de pañuelo).
- Fríe los pestiños en abundante aceite de oliva bien caliente y, a la hora de sacarlos, deposítalos sobre papel de cocina para eliminar el exceso de aceite.
- Pásalos por miel mezclada con un poco de agua caliente.
- Escurre sobre, deja templar y ¡ya los tienes!