En general utilizamos los huevos completos pero hay algunas elaboraciones que solo necesitan claras y otras -las que más, por su extendido uso en repostería- que solo incorporan las yemas. Te explicamos algunos de los usos de estas últimas y 7 recetas con ellas.
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Usos de las yemas de huevo
A más de un cocinero le hemos escuchado decir que la yema de huevo es la mejor salsa del mundo que existe por sí misma y a la vez como ingrediente de otras muchas salsas por su capacidad emulsionante.
¿Qué sería de la mayonesa -y todas sus derivadas-, la salsa holandesa o la muselina, entre otras, sin la yema de huevo?
Este 50% del huevo debe su color entre amarillo y naranja al caroteno, que es un colorante natural rico en vitamina A. No hay que olvidar que la proteína se encuentra en la clara y es en la yema donde están las vitaminas, los minerales y la grasa (de la cual solo el 1,5 es saturada y el resto es insaturada y, por tanto, saludable).
Se recomienda consumir la yema cocinada en lugar de cruda, pero de esta útima forma es uno de los ingredientes estrella, por ejemplo, de la pasta carbonara, a la que aporta una cremosidad y un toque únicos y es otro de los elementos que ayudan a dar cierta consistencia y amalgamar un steak tartar.
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En repostería, ocupa un lugar destacado, especialmente en elaboraciones como flanes, natillas, sabayones, crema pastelera, helados, turrones, galletas, bizcochos, etc. Y encontrarás también bebidas como el ponche de huevo, diferentes cócteles y algunos licores.
De todas estas propuestas, aquí van 7 recetas para que aproveches las yemas de huevo: 4 saladas y 3 dulces.
Paso a paso: salsa holandesa
Se trata de una salsa emulsionada a base de yema de huevo y mantequilla clarificada. Es la clásica que llevan por encima los huevos Benedict y te recomendamos un poco de paciencia para hacerla porque necesita su práctica.
Paso a paso: polenta con trufa y yema de huevo
Conocida desde el Imperio Romano, la polenta es una mezcla de sémola de maíz y agua muy popular en Italia. Te proponemos no dejarla muy sólida para tomarla con trufa y con una yema de huevo y hundir la cuchara. ¡Es un plato exquisito!
Paso a paso: espaguetis a la carbonara
La auténtica carbonara solo lleva la yema del huevo, sin la clara. Le aporta una cremosidad a la pasta y un sabor increíble cuando se mezcla con la panceta y el queso rallado ¡que nosotros morimos por un plato como este! Es fácil pero tiene su truco.
Paso a paso: steak tartar clásico
Este plato de carne cruda picada y aderezada con diferentes elementos también lleva una yema de huevo crudo. Aporvechamos para ponerla entera, que queda muy vistosa, por encima, para que cada comensal la mezcle en su propio plato con los otros ingredientes.
Paso a paso: cómo hacer crème brûlée
De mucha similitud con las natillas y la crema catalana, este postre de incierta nacionalidad, lleva yemas de huevo entre sus ingredientes, además de leche y/o nata y azúcar. ¡Uno de esos clásicos que son inmortales!
Paso a paso: yemas de Ávila
Conocidas también como yemas de Santa Teresa, es un postre muy dulce y a día de hoy muy consumido en distintos rincones de nuestra geografía. Se hace exclusivamente con dos ingredientes: yemas de huevo y azúcar.
Paso a paso: ponche de huevo
Es una bebida pero hay quien lo toma como postre. Caliente si la temperatura no es muy alta y frío si hace calor, ambas versiones están muy ricas, les puedes poner -o no- un poquito de licor y, por supuesto, yemas de huevo.