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Como más la conocemos es como pastela, pero también recibe otros nombres como bastilla o bastella, que en español significa pastel. En Marruecos es una elaboración que se asocia con diferentes celebraciones como las bodas. Se trata de una masa muy crujiente rellena de paloma o pollo en su receta más original, pero en el Magreb hay otras variantes, con queso, verduras, pescado, marisco... E, incluso, dulces en las que no faltan la miel, las frutas y los frutos secos.
© Adobe StockLa pastela, en sus origenes, se rellenaba con carne de paloma pero hoy se suele hacer con pollo
La pastela más auténtica lleva paloma
La pastela, pastilla o bastilla, en árabe “bsstil-la, se traduce como “empanada de paloma”, y tiene su origen varios siglos atrás, en la época de los califas. Las referencias históricas la sitúan en el siglo X, en Al-Ándalus, aunque hay quien le atribuye un origen morisco y sostiene que los árabes expulsados de aquel reino lo llevaron al norte de África.
Está muy relacionada con las llamadas diffas, banquetes que tienen lugar en los palacios para dar la bienvenida a los peregrinos que regresaban de La Meca pero también para celebrar bodas, nacimientos, cumpleaños, festividades religiosas…
© Adobe StockLo más característico de esta elaboración es su mezcla de sabores dulces, salados y especiados, además de una textura crujiente y un relleno jugoso.
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Es una fantasía de plato en el que se mezclan lo dulce y lo salado, con especias varias. Una receta muy delicada, que en la boca casi podemos decir que estalla, con esa combinación de sabores gracias a las diferentes especias que lleva, su jugoso relleno y su crujiente textura gracias a las capas de pasta filo que tiene entre sus ingredientes.
Los ingredientes de la pastela
La pastela más extendida y popular hoy se hace con un relleno de pollo desmenuzado -o pichón-, con especias varias y almendras, además de azúcar en polvo. Es una especie de pastel hojaldrado que se termina en el horno. Y si quieres marcarte un tanto, no dudes en sorprender con ella en cualquier celebración que tengas prevista. Es una receta absolutamente espectacular que a nadie dejará indiferente, te lo aseguramos.
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- 8 láminas de pasta filo
- 400 gramos de pollo cortados en daditos
- 3 cebollas
- 1 cucharadita jengibre en polvo
- 1 cucharadita cúrcuma en polvo
- 2 cucharaditas de canela
- 5 hebras de azafrán
- 1 cucharadita ras-el-hanout
- 2 cucharadas de azúcar glas
- 100 gramos de almendras tostadas picadas
- 1 cucharada de agua de azahar
- 2 cucharadas de aceite de oliva
- 1 cucharadita de mantequilla
- Sal
- Pimienta
© Adobe StockLa pastela se termina con azúcar molida y canela en polvo.
Cómo hacer pastela marroquí
- Calentamos el aceite en una sartén grande y doramos el pollo salpimentado.
- Pelamos y cortamos en juliana las cebollas.
- Incorporamos la cebolla y cocina hasta que se ablande.
- Añadimos la cúrcuma, el jengibre, el ras-el-hanout, el azafrán, la almendra picada, sal y pimienta.
- Dejamos cocinar unos 5 minutos, añadimos vaso de agua, esperamos a que hierva, tapamos y esperamos unos 30 minutos.
- Incorporamos una cucharadita de canela, una cucharada de azúcar glas, el agua de azahar y mezclamos bien.
- Dejamos que se enfríe el relleno.
- Precalentamos el horno a 180 grados.
- Engrasamos un molde con mantequilla y vamos poniendo 4 hojas de pasta filo pintando cada una con un poco de mantequilla derretida.
- Volcamos y extendemos el relleno de pollo.
- Tapamos con las otras 4 hojas de pasta filo también pintadas con mantequilla y las metemos hacia dentro.
- Horneamos por espacio de 15-20 minutos.
- Sacamos del horno, dejamos enfriar y espolvoreamos con azúcar glas y canela en polvo.
