Cada vez escuchamos más oír hablar de este producto. Aparece en muchas recetas internacionales de pan y repostería, pero también de bebidas, y no es del todo fácil encontrarlo en el mercado español. Para que nos aclaremos, podemos decir que hay dos formas de hacer buttermilk y te las vamos a explicar. Sobre todo una de ellas para que la hagas en casa de una manera sencillísima y en solo 15 minutos.
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Buttermilk casero y buttermilk comercial
Por un lado, es el suero que resulta de preparar mantequilla de forma tradicional, batiendo la nata fresca o fermentada. Leemos en la Wikipedia: "desde la antigüedad se produce removiendo la nata para que se rompan las membranas de grasa que contiene. Las partículas de grasa se agrupan y se separan en la parte superior del recipiente donde se prepara. Con la grasa se produce mantequilla, y el líquido sobrante es el suero de mantequilla".
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Pero ya no se hace de esa manera y comercialmente se obtiene añadiendo bacterias de ácido láctico a la leche -semi o desnatada- para obtener un líquido ligeramente ácido, que vendría a ser como el kéfir y que da como resultado una bebida que se toma en algunos países Europeos, en la India y también en varios países del Magreb.
Pero, además, es una preparación que verás mucho en la elaboración de diferentes tipos de pan y productos de repostería (tortitas, bizcochos, magdalenas, tartas....), ya que les aporta suavidad y esponjosidad -sobre todo si lo combinas con bicarbonato porque es más neutro que la levadura- y es habitual para hacer determinados sopas, salsas y guisos cremosos.
Cómo hacer buttermilk casero
Es tan sencillo como añadir por cada 250 mililitros de leche -entera o desnatada-, 1 cucharada de limón o 2 de vinagre de manzana. Los mezclas y dejas reposar como 15 minutos hasta que veas que se convierte en una especie de leche cortada. Si lo quieres con una densidad mayor, mezcla 125 mililitros de leche con 120 gramos de yogur y 20 mililitros de zumo de limón.
Leer más: 9 recetas increíbles con yogur
Y si buscas una versión vegana es exactamente igual pero sustituyendo la leche por la bebida vegetal que prefieras -almendras, soja, avena, etc-. Este butttermilk casero, vegano o no, lo puedes guardar en un recipiente hermético en la nevera y usarlo hasta 2 semanas después y si lo congelas, la duración se prolonga hasta unos 2-3 meses.
Te mostramos 3 recetas donde usar buttermilk
Paso a paso: magdalenas con buttermilk
En la repostería, este producto aporta esponjosidad y suavidad. Prueba a usar buttermilk en magdalenas como éstas ¡y lo notarás!
Paso a paso: postre de buttermilk con frambuesas
Ya te hemos contado que el buttermilk por un lado, se usa sobre especialmen para algunas masas de pan y repostería, pero también para elaborar otros postres y bebidas.
Paso a paso: bizcocho 'pound cake' de limón con su glaseado
En la repostería, este producto aporta esponjosidad y suavidad. Prueba a usar buttermilk en bizcochos como éste ¡y lo notarás!