En el mercado encuentras casi todos los vegetales del mundo en conserva -y no son una mala alternativa- y si nos referimos a los tomates, es más que probable que sean los que más haya, de diferentes marcas, formatos, recetas... -¿sabías que se ha lllegado a cultivar hasta más de 10.000 variedades de esta fruta?-. Pero cuando hablamos de este producto, y más ahora que a finales de mes acaba su mejor temporada -los de invierno no son tan ricos-, no hay nada comparable a embotarlos de forma casera.
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Aprovecha si tienes una gran cantidad de buenos tomates y no dudes en hacerlos en conserva.
Si tienes mucha cantidad de ellos, quieres comprar más a propósito porque están a buen precio, los cultivas tú o tienes la suerte de que te regalan unos buenos tomates, aprovecha para prepararlos en conserva y disponer de ellos mucho más tiempo, con su punto justo de dulzor y equilibrio. Sobra decir que son mucho más naturales que las conservas comerciales, ya que habitualmente contienen aditivos poco saludables y eres tú quien elige la calidad del producto -obvio es que cuanto mejor sea el tomate, más lo será la conserva-.
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Después de lavarlos y hacerles una cruz en la parte inferior, hay que escaldar los tomates.
Cómo hacer tomates en conserva
Es de esas cosas que si no has hecho nunca y la pruebas, repetirás siempre que puedas. No hay una técnica única, pues hay quien los hace con piel, otros sin ella, enteros o triturados, con o sin aceite de oliva, con o sin agua, con o sin semillas, con o sin especias y/o hierbas aromáticas... Pero en ¡Hola! Cocina te contamos una de ellas, quizás la más sencilla forma de hacer tomates en conserva.
Si escaldas los tomates te será mucho más fácil pelarlos
Cómo hacer tomates en conserva en 10 pasos
- Quita el rabo de los tomates, lávalos y haz una cruz en la parte inferior.
- Escáldalos entre 30 y 60 segundos en una olla con agua hirviendo puesta al fuego.
- Saca los tomates y enfríalos en agua helada para que se corte la cocción.
- Quítales la piel con un cuchillo y trocéalos sin son muy grandes, déjalos enteros o por la mitad si son más pequeños...
- Pon el tomate al fuego con un poco de agua y deja cocinar durante 5 minutos o más tiempo si quieres que no queden tan enteros.
- Llena unos frascos completamente esterilizados con el resultado dejando 1/2 centímetro de espacio por arriba.
- Da unos golpes para que desaparezcan posibles burbujas de aire, limpia los bordes de cada frasco y ponles una tapa para cerrarlos herméticamente.
- Introduce los frascos en un baño maría y déjalos unos 30 minutos o algo más dependiendo del tamaño de los botes, sin moverlos.
- Espera a que se enfríen y deja que reposen 24 horas.
- Ya tienes listos tus tomates en conserva, que pueden durar hasta un año bien conservados -y una semana abiertos en la nevera- y los puedes utilizar para preparar todo tipo de recetas -como por ejemplo, una salsa casera de tomate frito-.
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