El ajoblanco es una de las sopas frías más populares del verano, quizás algo menos que el gazpacho o el salmorejo en el territorio nacional, pero no así en Andalcía -especialmente en Málaga- o en Extremadura.
Si te fijas en sus ingredientes -almendras, pan, ajo, aceite de oliva, vinagre y sal-, tiene bastante en común con esas dos elaboraciones frías que casi se han convertido en universales.
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Es probable que el ajoblanco les preceda y ya se hiciera en tiempos de los árabes cuando no existían hortalizas como el tomate y el pimiento, traídos a España con el descubrimiento de América.
Cuáles son los ingredientes del ajoblanco
Toma buena nota de los ingredientes imprescindibles para preparar esta sopa fría con la que sofocar los calores del verano. Las cantidades las puedes variar en función de si te gusta más o menos ligero -tanto de pan como de almendras- o más o menos fuerte de ajo, vinagre y aceite.
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Y como guarnición, suele llevar uvas y/o almendras.
Estas son las cantidades que usamos nosotros para la receta perfecta de ajoblanco:
- 250 gramos de almendra cruda entera
- 250 gramos de miga de pan blanco del día anterior
- 2 dientes de ajo pequeños
- 800 mililitros de agua
- Aceite de oliva virgen extra (AOVE)
- Vinagre de vino blanco
- Sal
- Uvas y almendras laminadas para decorar
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Cómo hacer ajoblanco
- Corta el pan en trozos.
- Pela los ajos y elimina el germen central.
- En un robot de cocina o trituradora pica las almendras y los ajos.
- Añade el agua, el pan, 3 cucharadas de AOVE, una cucharada de vinagre y una pizca de sal.
- Bate a alta potencia y deja enfriar en la nevera.
- Saca el ajoblanco, sirve muy frío y decora con uvas, almendras y alguna hierba fresca como perejil o cebollino.
Paso a paso: ajoblanco con brocheta de melón y uvas
Elaboramos un ajoblanco clásico y, además de con sus clásicas uvas, lo servimos también con unos dados de melón, ambos ensartados en unas brochetas.
Paso a paso: ajoblanco con uvas y camarones
Quizás a priori pueda parecerte una combinación rara, pero es que al ajoblanco -como a casi todas las sopas frías-, le van bien numerosas guarniciones. Aquí, además de sus clásicas uvas, le ponemos unos camarones... o gambas, langostinos, cigalas... ¡lo que más te cuadre!
Paso a paso: ajoblanco con anchoas
Ingredientes como las anchoas, el atún, la caballa o las sardinas le van de cine como guarnición a nuestro ajoblanco. Le aportan un toque salado ¡auténticamente irresistible!
Paso a paso: ajoblanco con higos
Además de uvas, le vamos a añadir unos higos troceados a este ajoblanco. Le aportan un toque de sabor y textura ¡increíbles!
Paso a paso: espuma de ajoblanco con uvas y almendras laminadas
Convertimos el ajoblanco en una espuma ligera y etérea añadiéndole nata e introduciendo la mezcla en un sifón. Decoramos el resultado con uvas y almendras laminadas.
Paso a paso: dorada con ajoblanco
Esta crema de ajo y almendra se suele tomar como sopa fría, ¡y nos encanta! Pero hay otra fórmula que también nos apasiona que es usarla como salsa o acompañamiento de otros muchos platos.
Paso a paso: pulpo a la parrilla con ajoblanco
Otra versión más en la que el ajoblanco se emplea como salsa o guarnición. En esta propuesta, acompaña a un pulpo a la parrilla que también lleva unas huevas de salmón o trucha, ¡el conjunto es espectacular en la boca!